Sara Pérez Jerónimo
Periodista
La investigación española muestra una vez más sus avances. El CSIC, en colaboración con el Instituto de Inmunología de la Universidad de Oslo, ha logrado crear una nueva variedad de trigo apta para personas celíacas mediante técnicas de modificación genética.
Los resultados de los primeros ensayos han sido rotundos. “En la mayor parte de los experimentos, la reactividad de las gliadinas se redujo entre un 90% y un 95% e incluso en algunos casos no hubo ningún tipo de reacción alérgica” asegura Francisco Barro, responsable del estudio e investigador del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC.
Es importante recordar que tan sólo una pequeña parte de los celíacos, lo son de forma estricta y la mayor parte de los enfermos puede consumir hasta 100 miligramos de gluten. Según la OMS, se considera un alimento exento de gluten a todo aquel que contenga un máximo de 20 miligramos por kilo de producto. De este modo, este nuevo trigo transgénico estaría bien situado en el baremo, ya que contendría unos valores que oscilan entre los 40 y 50 miligramos.
La carencia de gliadinas se compensa con otro tipo de proteínas y sustancias como la lisina, uno de los diez aminoácidos fundamentales para nuestro organismo y que todos debemos incluir en nuestra dieta, ya que el cuerpo no es capaz de generarlo de forma natural.
Además, la reducción de las proteínas del gluten de la nueva variedad de trigo no ocasiona ningún cambio sustancial en el producto, por lo que sus propiedades nutritivas, su textura y sabor serán similares a las del trigo común.
La patente derivada de este estudio, publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ya ha sido adquirida por una compañía inglesa.
Una afección sin cura que podría decir adiós a la dieta libre de gluten
La enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune que se manifiesta como una intolerancia al gluten. En la actualidad no existe cura para esta afección y afecta a cerca de un 2% de la población española.
La principal causa de esta intolerancia alimentaria es una reacción alérgica a las gliadinas y la glutenina, las proteínas que componen el gluten y que están presentes en los principales tipos de cereal: el trigo, la avena, la cebada y el centeno.
Aún hoy, el celíaco está condenado a la dieta libre de gluten y al cuidado máximo de su cesta de la compra, examinando con lupa todas y cada una de las etiquetas de los alimentos que pensaba consumir. Sin duda, todo un reto diario teniendo en cuenta otros factores como el elevado coste económico de este tipo de dieta.
“El colectivo celíaco han apoyado activamente el desarrollo de esta variedad y están entusiasmados con el avance. Sin embargo, el proceso para llegar a comercializarlas va a ser muy complicado”, concluye Barro.
Pese a que este proyecto tendrá que atravesar el espinoso camino de su puesta en el mercado y aún hoy, la celiaquía es una afección para la que no existe cura, la ciencia y la investigación son dos de sus herramientas clave para hacer que el día a día de los enfermos sea mucho más fácil.
Descarga en PDF, Effective shutdown in the expression of celiac disease-related whet dliadin T-cell epitopes by RNA interference (Inglés)