Las funciones de la tristeza son facilitar la introspección y el recogimiento, reduciendo los estímulos del ambiente, facilitando la retirada a instancias internas donde restaurar el ser, reduciendo la atención focalizada en el entorno para centrarla sobre uno mismo.La tristeza puede sobrevenir tras haber sufrido alguna pérdida personal (amor, trabajo, estatus, sueños…) en cuyo caso puede que forme parte de una de las fases del duelo por las que las personas atravesamos en estos casos.Quizás la tristeza esté provocada por la caída de un ideal, que manteníamos, sobre otra persona, o incluso sobre nosotros mismos.La tristeza, en ocasiones, cursa con sentimientos de soledad, otras veces, tras una decepción, la tristeza nos transporta a un lugar de nuestro pasado donde las cosas iban mejor y se transforma en nostalgia.Uno de los recursos más eficaces de los que dispone nuestro organismo para aliviar la tristeza es el llanto. Otro es la ira. La tristeza disimula con frecuencia una gran indignación y un gran enfado. A muchas personas que les cuesta la emoción del enfado se van con frecuencia a la tristeza, y cuando se permiten enfadarse la tristeza se va transformando.Hay personas que sienten la tristeza como una parte de su identidad personal, como en el caso de aquellos que se criaron con un adulto que solía vivir en espíritu de tristeza. Son tristezas lejanas, familiares, que nos hacen sufrir porque no las entendemos, como cuando por protección se nos ocultaron los hechos que las desencadenaron. En estos casos la tristeza es parte de un legado en el que fuimos inscritos por identificación.http://elmundotlp.blogspot.com/es
La tristeza es un sentimiento que coge todo el ser, provocando la caída del estado de ánimo, Y una sensación de pesar que se experimenta en el cuerpo, que se hace lento, y en la mente, que se llena de pensamientos oscuros.
Las funciones de la tristeza son facilitar la introspección y el recogimiento, reduciendo los estímulos del ambiente, facilitando la retirada a instancias internas donde restaurar el ser, reduciendo la atención focalizada en el entorno para centrarla sobre uno mismo.La tristeza puede sobrevenir tras haber sufrido alguna pérdida personal (amor, trabajo, estatus, sueños…) en cuyo caso puede que forme parte de una de las fases del duelo por las que las personas atravesamos en estos casos.Quizás la tristeza esté provocada por la caída de un ideal, que manteníamos, sobre otra persona, o incluso sobre nosotros mismos.La tristeza, en ocasiones, cursa con sentimientos de soledad, otras veces, tras una decepción, la tristeza nos transporta a un lugar de nuestro pasado donde las cosas iban mejor y se transforma en nostalgia.Uno de los recursos más eficaces de los que dispone nuestro organismo para aliviar la tristeza es el llanto. Otro es la ira. La tristeza disimula con frecuencia una gran indignación y un gran enfado. A muchas personas que les cuesta la emoción del enfado se van con frecuencia a la tristeza, y cuando se permiten enfadarse la tristeza se va transformando.Hay personas que sienten la tristeza como una parte de su identidad personal, como en el caso de aquellos que se criaron con un adulto que solía vivir en espíritu de tristeza. Son tristezas lejanas, familiares, que nos hacen sufrir porque no las entendemos, como cuando por protección se nos ocultaron los hechos que las desencadenaron. En estos casos la tristeza es parte de un legado en el que fuimos inscritos por identificación.http://elmundotlp.blogspot.com/es
Las funciones de la tristeza son facilitar la introspección y el recogimiento, reduciendo los estímulos del ambiente, facilitando la retirada a instancias internas donde restaurar el ser, reduciendo la atención focalizada en el entorno para centrarla sobre uno mismo.La tristeza puede sobrevenir tras haber sufrido alguna pérdida personal (amor, trabajo, estatus, sueños…) en cuyo caso puede que forme parte de una de las fases del duelo por las que las personas atravesamos en estos casos.Quizás la tristeza esté provocada por la caída de un ideal, que manteníamos, sobre otra persona, o incluso sobre nosotros mismos.La tristeza, en ocasiones, cursa con sentimientos de soledad, otras veces, tras una decepción, la tristeza nos transporta a un lugar de nuestro pasado donde las cosas iban mejor y se transforma en nostalgia.Uno de los recursos más eficaces de los que dispone nuestro organismo para aliviar la tristeza es el llanto. Otro es la ira. La tristeza disimula con frecuencia una gran indignación y un gran enfado. A muchas personas que les cuesta la emoción del enfado se van con frecuencia a la tristeza, y cuando se permiten enfadarse la tristeza se va transformando.Hay personas que sienten la tristeza como una parte de su identidad personal, como en el caso de aquellos que se criaron con un adulto que solía vivir en espíritu de tristeza. Son tristezas lejanas, familiares, que nos hacen sufrir porque no las entendemos, como cuando por protección se nos ocultaron los hechos que las desencadenaron. En estos casos la tristeza es parte de un legado en el que fuimos inscritos por identificación.http://elmundotlp.blogspot.com/es