¿CUÁNDO SE SUFRE DE DEPRESIÓN?
La depresión es un tipo de trastorno cada día más frecuente en las personas. La presión social, el estrés y las propias circunstancias de la vida hacen que vivamos situaciones de cambios emocionales, que muchas veces no sabemos cómo controlar y que por ende terminen en depresión.
Detectar la depresión suele ser bastante sencillo si prestas atención a tus síntomas o al de las personas que tienes alrededor. En general se tiene bastante decaimiento, tristeza, baja autoestima, desinterés por las cosas y se llega a tener síntomas de somatización como la pérdida del apetito, somnolencia, insomnios, etc
Muchas veces aunque se tengan estos síntomas, no se trata de una depresión como tal sino de una tristeza pasajera que se puede dar por una situación traumática o episodios propios de la vida en donde es necesario hacer algún duelo.
Como todas las patologías existen diferentes tipos de depresión que pueden ser clasificadas de la siguiente forma:
-La depresión del grupo A, es aquella depresión corta en el tiempo que dura unas 2 semanas y que se da por una situación particular en la vida.
-La depresión del grupo B, tiene también una duración aproximada de 2 semanas y hay una pérdida de energía general, un cambio importante en su estado de ánimo y una falta de interés por todo aquello que le hace ilusión.
-La depresión del grupo C es más fuerte que la anterior y consta de problemas de autoestima, confianza, pensamientos negativos que podrían llevar al suicidio, una constante alteración del sueño, sentimientos de culpa, etc
-En el grupo D, se encuentra la depresión que tiene episodios de somatización como por ejemplo alucinaciones, delirios entre otros.
Además de esta clasificación propia, dentro de cada grupo se puede tener depresión leve, moderada o grave. Por ejemplo, en la depresión grave se combinan los síntomas del grupo B con los del grupo C.
Lo mejor es que cuando se sientan alguno de estos síntomas poder acudir a un especialista para dar con un diagnóstico y comenzar un tratamiento. La psicología es de gran ayuda en la depresión pudiendo aplicar distintos tipos de terapias como la terapia cognitivo-conductual o interpersonal. En estos casos, en las consultas con el psicólogo se trata de poder buscar herramientas que ayuden a encontrar soluciones a esos problemas y causas que llevan a la depresión y saber administrarlos mejor en el día a día.