Articulo de www.centrolandia.com/blog/
Aunque posiblemente te estés planteando que a más de un mueble tuyo le hace falta una renovación, vamos a darte unos sencillos trucos que harán que tus muebles rejuvenezcan por al menos un año más..
Patas deterioradas
Uno de los elementos que más acusa el uso en los muebles es la parte inferior de las patas, debido a los roces sufridos durante los traslados, durante los continuos lavados con el palo de la fregona que golpea sin querer, o por el deterioro ocasionado por mascotas y niños jugando con esta parte de los muebles. Un truco sencillo y barato consiste en añadir pelotas de tenis perforadas, de manera que además de proteger las patas, evitará rayones en las baldosas del suelo. Al darle un toque informal va muy bien para las habitaciones de los hijos, en terrazas y azoteas o incluso en cocinas si son desenfadadas.
Para salas y salitas con muebles ya más serios, para disimular las patas dañadas de una manera muy graciosa, te aconsejamos ir a una tienda donde vendan trapos para la cocina con un diseño que te agrade. Compra varios de ellos y una vez en casa, divídelos en al menos 4 trozos que permitan atarlos a las patas mediante un nudo formando curiosas bolsitas de tela rellenas con papel de burbujas, medias viejas,… De esta manera no sólo darás un toque personal a tus muebles, sino que ocultarás el área deteriorada a la vez que facilitarás su traslado la próxima vez que tengas que moverlo.
Otra opción más desenfadada es usar viejos calcetines que ajustados a las patas dan un toque chic a la decoración. Pero si no deseas complicarte cosiendo, en los bazares baratos existen bolsitas de fieltro rellenas de piedrecitas que se supone que huelen (para ambientar cajones de ropa, aunque nunca huelen y si lo hacen, duran dos días). Esas bolsitas, al ser delgadas, se ajustarán bien a las patas de los muebles ya que además suelen llevar cordones para su cierre. Te costarán baratísimo y darán un toque de color.
La tela de mis sillones está destrozada
Y por eso te da auténtica vergüenza que tus visitas se sienten en sillones que tienen visibles rotos en lugares que no puedes disimular. Muy bien, te vamos a dar una arriesgada solución a esto puesto que te avergüenza usarlos, para ti lo mejor sería tirarlos o repararlos con un costoso gasto extra con el que no contabas, ¿no?. Pues bien, de la mano de la diseñadora norteamericana Jenny N., la solución más rentable para tu bolsillo sale por…destrozar del todo tu sillón o sillones rotos. ¡No te escandalices! Ya que esta diseñadora asegura que cada tresillo de tela lleva entre la madera que constituye el mueble y la tela que lo recurre, una capa esponjosa. Para Jenny, la solución está precisamente en retirar ambas capas, tela y esponja, recuperando el mueble que ocultan, en muy buenas condiciones aún para usar sin complejos. Observa la foto del proceso y síguelas (paso 1-5) para obtener un mueble prácticamente nuevo del que estabas pensando deshacerte.
Lo más tedioso de este proceso es retirar las tachuelas o grabas que suelen llevar estos tresillos cerca de las costuras y que suelen sobrepasar la centena así que…paciencia.
Siguiendo la idea dada, existen diversas variantes ya sea dejar el mueble tal cual (paso 6), o bien pintar con pintura para tela, los bordes y costuras añadiendo una tela y cojín bonitos que lo haga perecer nuevo (paso 7), retirar la tela del tresillo únicamente en las zonas dañadas, añadiendo luego cojines que le den un nuevo aspecto (paso 9) o bien el paso tal vez más costoso tanto económicamente como de tiempo, comprar tela que se adhiere con el uso del calor de la plancha, añadiendo cuidadosamente una nueva tela en las zonas que deseemos del tresillo (paso 8), una vez retirada la tela y esponja originales.