Trucos para ser más feliz: Suspirar a menudo

Por Aguamarina Maribel Jiménez

¿Tú suspiras? ¿Lo haces a menudo? ¿O por el contrario eres como yo, y  reprimes los suspiros?  Quizás porque pienses: cómo voy a ponerme a suspirar en el trabajo, o en el metro, o en el bar tomando un café,…

Pero no me refiero a una respiración profunda, no, estoy hablando de  esa aspiración fuerte y prolongada que va seguida de una espiración y acompañada de un buen gemido sonoro. Un mmmmmm-aaayyyy….
Pues bien, en cualquier caso, te informo de algo; los suspiros no es que sean buenos, no, es que son buenísimosComo alguna vez ya he comentado por Instagram, creo en el sincrodestino y cuando la misma información me llega por diferentes vías, me digo a mi misma, “escucha esto y tenlo en cuenta”.Y esto es lo que me ha pasado con los suspiros: mi naturópata, la maestra de mi hija, mi amiga Pilar,… y todas con este mensaje de fondo: Suspira, en cualquier momento, pero deja que todo salga hacia afuera.Después de escucharlas, he hecho dos cosas, primero investigar el tema y luego, ponerlo en práctica.De la amplia información que he consultado puedo resumir lo siguiente:

El suspiro, es decir, esa exhalación prolongada del aire, emitida con algún sonido, generalmente una vocal, activa el esternón y las costillas altas, por lo que alivia la opresión del pecho. Esto se traduce en una serie de beneficios inmediatos:

  • Relaja
  • Disminuye el estrés
  • Mejora el estado de ánimo
  • Aumenta el bienestar emocional
  • Nos ayuda a tomar conciencia del aquí y el ahora
  • Facilita la concentración
  • Permite tirar hacia afuera la energía negativa que vamos acumulando a lo largo del día
No está mal, ¿verdad?En realidad el suspiro, y esto no lo digo yo, lo dicen expertos de la Universidad de Oslo, que lo han estudiado en profundidad, actúa como un “reset” físico y emocional

Y ya sabes que cuando reseteas algo, funciona mejor.Por eso muchos terapeutas aconsejan realizar suspiros voluntarios a lo largo del día.Por mi parte, después de probar durante un par de días a hacer estos suspiros voluntariamente, incluso de forma exagerada, y en situaciones de trabajo o en casa, he empezado a notar sus beneficios. Te alivia, te recarga, te da buen rollo.Así que pienso seguir haciéndolo, en cualquier momento, aunque no pueda estar tumbada en algún lugar bonito (como en la foto de cabecera que me robó mi Chicosolitario en Picos de Europa hace un par de años)  o rodeada de flores silvestres, y mucho prana.


Además, tengo muchos Aayyy reprimidos que liberar y sacar para afuera. Ya va siendo hora de ir empezando.¿Y tú, te atreves a suspirar?<<Vuélveme tu suspiro, y subiré y bajaré de tu pecho, me enredaré en tu corazón, saldré al aire para volver a entrar. Y estaré en este juego toda la vida – Gabriela Mistral>>Aaayyyyy…


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