Trufas de castañas y chocolate

Por Concepciongarciadiaz

Amarillos. ocres, marrones...los colores del otoño nos envuelven con su calidez, con sus paisajes espectaculares que pocos pintores son capaces de plasmar, la lluvia nos envuelve y no hay nada mejor que un buen sofá, un buen libro, la mantita y el café con unas trufas de una de las reinas de la estación: las castañas.
¿Qué aún no las habéis probado?, pues aquí os traigo la receta más fácil que podéis encontrar y con el mejor resultado, sólo tiene un problema, acabareis con pesadez de estómago... ¡no podréis comer sólo una!.
Málaga es una de las mayores productoras de castañas (más del 60% de Andalucía y más del 10% de toda España), sobre todo en  El Valle del Genal, un precioso paraje en la comarca de Ronda, imprescindible visitar si pasáis por aquí, con unos paisajes de una belleza imbatible.

Así que hoy teneis una receta con mucho Sabor a Málaga, y con todo mi cariño.
Disfrutad....

1/2 kilo de castañas
150 gramos de chocolate fondant para postres
100 gr. azúcar
150 gr. nata para montar
60 gr. mantequilla
una pizca de sal
fideos de chocolate para rebozar
Hacemos un corte a las castañas y las pelamos. Escaldamos un par de minutos en agua caliente, sacamos, dejamos templar y pelamos de la piel interior.
Volvemos a colocar en agua hirviendo con una pizca de sal hasta que estén blanditas. Unos 20 minutos aproximadamente. Escurrimos y dejamos enfriar.
Calentamos el chocolate troceado junto a la nata, la mantequilla y el azúcar hasta que todo esté totalmente ligado.
En un bol amplio machacamos las castañas con un tenedor hasta que no queden grumos grandes, añadimos el chocolate integrado con el resto de los ingrediente y mezclamos completamente.
Guardamos en la nevera unas horas (yo los preparé por la noche y los deje hasta el día siguiente) para que coja cuerpo.
Con ayuda de una cucharilla vamos cogiendo porciones y haciendo bolas con las manos. A mí me salieron unas treinta de tamaño medio.
Echamos los fideos de chocolate en un plato y vamos rebozando las trufas en él.
La única "complicación" de esta receta es pelar las castañas que es un poco engorroso, si encontráis castañas ya peladas o hechas puré os servirán igual. De cualquier forma el resultado merece la pena.
Una idea genial para las meriendas otoñales o para regalar cuando vayamos de visita.