Sientes rabia de que el mundo siga su curso y que los demás tengan salud y su vida organizada y feliz. Te enfurece que todo siga funcionando igual mientras tú........ tú te estás desmoronando y tu vida gira en torno a tu enfermedad, a tu dolor, a tu angustia.
Tu familia sufre al verte así; tú te estás amargando y deteriorando cada vez más físicamente y psicológicamente........ hasta que llega un día que te paras a pensar, y dices ...."BASTA".
Te das cuenta de que eso no es vida ni para tí ni para los tuyos. Que aunque la vida es dura y cruel, es lo que te ha tocado vivir. Entonces, poco a poco, comienzas a comprender tu situación, y que no vas a poder cambiar tu enfermedad, pero sí la forma en que la vives.
A partir de ese momento te planteas reponerte, ser fuerte, luchar e intentar ser feliz a pesar de todo. Quieres cambiar la visión que tienes del mundo y tener esperanza y alegría.
Por fin, decides plantarle cara a la enfermedad, a tus temores y a tu pesimismo. Todo depende de ti, y vas a cambiar.... eliges VIVIR.
Y decides cuidarte, cuidar tu dieta y hacer ejercicio. Hablas con tu familia y amigos, sales a divertirte e intentas llevar una vida normal. Ya no escondes y niegas tu enfermedad, al contrario, te informas y compartes experiencias con otros pacientes. Disfrutas de los pequeños detalles del día a día, y aunque hay temporadas malas, aprendes a soportarlas con ayuda de tu familia y amigos. Las relaciones familiares mejoran y es más fácil mostrar tus sentimientos y tus inquietudes.
En ese cambio, te das cuenta de que te sientes mejor, estás más contento y que tu ánimo y tu forma de ver la vida ha cambiado. Ahora aprecias las cosas con más intensidad. Quieres vivir, disfrutar, sentir y querer.
¿Qué ha cambiado? Tu enfermedad sigue estando ahí, pero tú haces que con tu forma de vivirla mejore su calidad y te encuentres mucho mejor. Por eso, tú decides como quieres que sea tu vida. No pongas como excusa la enfermedad para decir que todos esos sentimientos negativos se deben a ella.
VIVE Y DISFRUTA DE LOS BUENOS MOMENTOS.
Ana Hidalgo