Las gatas que no están esterilizadas eventualmente entran en celo, y los signos son inequívocos una vez que sabes identificarlos. Estos son algunos síntomas de comportamiento que debes observar si sospechas que tu gata está en celo.
1. Justo antes de entrar en celo, la gata puede llegar a ser inusualmente cariñosa, acercándose y frotando sus cuartos traseros contra los muebles, juguetes de peluche, otros gatos, y su persona favorita.
2. Ella puede pasar un tiempo excesivo lamiendo su área genital. Nota: al contrario que el resto de rasgos de comportamiento que enumeramos en esta lista, el lamido genital puede ser un síntoma de un trastorno del tracto urinario, que puede ser grave si no se trata rápidamente.
3. La reina (nombre con el que se conoce a las gatas en edad reproductiva) vocaliza demasiado en voz alta. Este “llamamiento” puede prolongarse durante varios días, a menos que se aparee.
4. Ella adoptará una posición de apareamiento: cabeza hacia abajo, patas delanteras dobladas, cuartos traseros levantados para exponer el perineo (esta postura se denomina lordosis), con la cola levantada y hacia un lado del cuerpo. Sus patas traseras pisotearán rítmicamente, como si caminara sin moverse del lugar.
5. Puede rociar las superficies verticales con un líquido fuertemente perfumado, apoyándose en dicha superficie y levantando la cola muy alto. La cola puede temblar, y puede realizar las pisadas rítmicas descritas en el punto anterior.
6. Si tu gata no se puede aparear, entrará en celo con un frecuencia de una vez cada dos o tres semanas, durante varios meses cada año, hasta que se aparee o sea esterilizada.
Para aclarar alguno de los puntos mencionados, lo mejor es que eches un vistazo a este vídeo:
Consejos
- A menos que seas un criador de pedigrí cualificado, tu gata debería ser esterilizada. No sólo cesan los incómodos ciclos del celo, sino que también se previene ciertos problemas médicos graves.
- Tu veterinario podría dar hormonas a tu gata para detener a los celos, si la esterilización no es inmediatamente posible.
- Las gatas desde los cuatro meses pueden entrar en celo.