Si tu gato maúlla mucho, o demasiado, te contamos a qué puede ser debido y qué puedes hacer al respecto.
¿Por qué maúllan los gatos? Las razones cambian según pasan de gatitos pequeños a gatos adultos. Los gatitos pequeños maúllan a sus madres cuando tienen hambre, tienen frío o están asustados. Sin embargo, una vez que los gatos se hacen mayores, usan otro tipo de vocalizaciones para comunicarse con otros gatos, como los aullidos, los silbidos y los gruñidos, mientras que los maullidos son reservados para la comunicación con las personas.
La cantidad de maullidos varía según la raza, e incluso depende del propio gato. Las razas orientales, especialmente los gatos Siameses, son conocidos como grandes “habladores”, así que si no te gustan los maullidos, probablemente deberías optar por otras razas si estás pensando adoptar un gato.
A algunos gatos parece que les gusta escuchar sus propias voces, mientras que otros parece que quieren mantener una conversación con sus dueños. Si tu gato está hablando un poco más de lo que quisieras, trata de averiguar la causa primero. Una vez que sepas la razón, puedes trabajar para conseguir que tu gato maúlle menos.
¿Por qué mi gato maúlla tanto?
Los gatos maúllan por muchas razones, de las más serias a la simple búsqueda de atención. Estas razones pueden ser:
- Enfermedad. El primer paso es una revisión completa realizada por tu veterinario. Numerosas enfermedades pueden causar que tu gato se sienta hambriento, sediento o dolorido, lo cual puede conducir a ese exceso de maullidos. Los gatos mayores también pueden desarrollar una hiperactividad de la tiroides o una enfermedad renal, lo que puede resultar en vocalizaciones excesivas.
- Búsqueda de atención. A pesar de lo que algunos piensan, a los gatos no les gusta estar mucho tiempo solos. Los gatos suelen maullar para iniciar el juego, las caricias, o para conseguir que hables con ellos. Si quieres reducir este tipo de maullidos en busca de atención, deja de atenderle cuando lo hace. Atiéndele sólo cuando esté tranquilo. Si empieza a maullar nuevamente, mira para otro lado o aléjate. Pero no ignores a tu mascota. Pasa un tiempo todos los días con él, jugando, aseándole y hablando con él. Una mascota cansada es una mascota tranquila.
- Quiere comer. Algunos gatos maúllan cada vez que alguien entra en la cocina, con la esperanza de conseguir un bocado. Y muchos gatos se vuelven muy “pesados” cuando se acerca su hora de la comida. Si este es tu problema, no alimentes a tu gato cuando llora. Espera hasta que se calme para ponerle la comida, y no le des golosinas cuando maúlla. Si esto no funciona, hazte con un dispensador automático de comida que se abre a horas fijas. Así el gatito maullará al dispensador en lugar de a ti.
- El saludo. Muchos gatos maúllan cuando sus dueños llegan a casa, o incluso cuando acaban de reunirse con ellos en la casa. Éste es un hábito difícil de romper, pero míralo por el lado bueno, tu gatito te está queriendo decir que está feliz de verte.
- Se encuentra solo. Si tu gato pasa muchas horas solo al día, piensa en conseguir un cuidador de mascotas que le acompañe durante el día, o encuentra otras maneras de enriquecer la vida de tu mascota. Por ejemplo, pon un comedero de pájaros fuera de una ventana y al alcance de su vista, deja a su alcance juguetes con comida dentro, búscale otro gatito como compañero, etc.
- Está estresado. Los gatos que sufren estrés a menudo se vuelven más “habladores”. Una nueva mascota o un bebé en casa, una mudanza o cambios en el hogar, una enfermedad o la pérdida de un ser querido puede convertir a tu gato en un hablador. Trata de descubrir lo que está estresando a tu mascota y ayúdale a adaptarse a los cambios. Si esto no es posible, dale a tu gato una atención especial y el tiempo que necesite para ayudarle a calmarse.
- Envejecimiento. Los gatos, como las personas, a medida que envejecen, pueden sufrir de alguna forma cierta confusión mental o disfunción cognitiva. Ellos se desorientan y, a menudo lloran lastimosamente, sin razón aparente, especialmente por la noche. Una luz tenue por la noche puede ayudar si tu gato se encuentra desorientado, y los veterinarios a menudo pueden recetar medicamentos que le ayuden con estos síntomas.
- Quieren criar. Si tu gato no está esterilizado o castrado, entonces vas a escuchar mucho más ruido por su parte. Las hembras aúllan cuando están en celo, y los machos aúllan cuando huelen una hembra en celo. Ambos casos pueden ser desesperantes. Esto se podría evitar esterilizando o castrando a tu mascota.
Qué no debes hacer
- Ignorar si hay algún problema. Aunque no quieras premiar los maullidos de tu gato, a veces los gatos maúllan por una buena razón, por ejemplo, que no pueden llegar a su caja de arena, que están atrapados en una habitación o su bebedero está vacío. Comprueba por qué maúllan para determinar si se trata de algo que puede pasarse por alto, o un problema que debe ser corregido de inmediato.
- Castigar a tu gato cuando maúlla. Golpear, gritar, y rociar a los gatos con agua rara vez funciona para calmar a un gato maullando. Todas estas acciones harán que tu gato desconfíe de ti o incluso que dejes de gustarle.
- Ceder. Si tu gato está acostumbrado a conseguir lo que quiere con sus maullidos, va a maullar más y más fuerte, mientras funcione. En otras palabras, es probable que la situación, lejos de mejorar, empeore. Simplemente ten un comportamiento tranquilo con él e ignora sus maullidos, y, finalmente, él captará la idea.