Me he quedado muda. Perdida entre cables y miradas que esperan a que dé la orden. El momento que tanto había esperado está aquí y me encuentro dentro de él, paralizada. Me acuerdo de mi madre, cuando de pequeña me decía: tú serás lo que quieras ser. Distraigo al pánico con pensamientos que proceden del cesto de mis recuerdos. Esta vez mi mente es más rápida que mis sentimientos, y los distrae con opciones que de antemano sabe que me harán reaccionar y recuperar ese aliento que he intentado que permaneciera vivo durante todos estos años. Sí, quiero hacer aquello que tanto deseo, y necesito gritarlo para que todos se enteren. Sin embargo, algo sucede y me olvido de gritar. Mi mirada se detiene en el objeto que tiene más próximo. Agacho la cabeza y ajusto la cara al visor que me proyecta la imagen que durante tantos años había estado buscando. Y una voz que sale dentro de mí, dice: acción.Microrrelato de Ángel Silvelo Gabriel