¡¡Muchísimas felicidades a todas las Pilares del mundo!!!
En este día tan especial para ellas, sin poder evitarlo como es lógico, recuerdo a mi abuelita Pilar, esa abuela que siempre ves joven, porque viste de color, se pinta los labios y el colorete, va siempre bien peinada (mi abuela nunca tuvo ni una cana) y huele bien y sobre todo tiene la energía suficiente para jugar contigo hasta la extenuación.
Se volvía loca conmigo y desde muy pequeñita año tras año en este día, cuando nos reuníamos en su casa alrededor de una mesa llena de manjares, su pensamiento era llevarme algún día a visitar Zaragoza y ver juntas a "La Pilarica"... desgraciadamente eso nunca ocurrió, cuando fui mas mayor una grave enfermedad la imposibilitó a continuar con todos sus planes y creo que por eso nunca he ido a esta ciudad, ni he visitado la catedral para ver a esta virgen de la que mi abuela era tan devota. Eso lo tenía que haber hecho con ella :-). Hace muchos años que ya no está con nosotros así que creo que ya va siendo hora de que "por ella" haga una visita a la capital "mañica"
Como no podía ser de otra manera el colofón de estas reuniones familiares era este postre que sacaba con los cafés y que mi hermano y yo escondidos en la cocina ya habíamos mordisqueado antes de comer :-)
Dos "días del Pilar" lleva Lacajita en su haber y mi asignatura pendiente desde el año pasado era preparar este dulce, no podía dejarlo pasar ni un año mas... y con lo sencillo que es aquí está:
Ingredientes:
- 400 gr. de azúcar
- Un chorrito de miel
- Zumo de medio limón
Preparación:
En una sartén amplia ponemos a calentar, siempre a fuego suave, el azúcar, la miel y el zumo del limón.
Removemos hasta que consigamos una consistencia de miel.
Retiramos del fuego y añadimos las almendras.
Mezclamos bien y muy rápido hasta que la mezcla quede homogénea y las almendras bien repartidas.
(Si se nos endurece muy pronto el azúcar pondremos de nuevo la sartén al fuego suave otro poco hasta mezclar completamente)
Engrasamos un molde amplio y vertemos la mezcla que dejaremos enfriar en un lugar fresco (no en nevera).
Una vez listo desmoldamos ...
... lo cortamos al gusto y ya podemos degustarlo.
Mi abuela lo ponía en el centro de la mesa y cada uno "pellizacaba" su trozo al gusto...
También podemos cortarlo en porciones individuales, tabletas de turrón o en barritas, ideales estas últimas para llevar al colegio o al trabajo como tentempié de media mañana.