Fue justo antes del GP de San Marino en el que perdiera su vida. Como era habitual en aquella época, Ayrton y su compañero de equipo en Williams Damon Hill acudieron al Paddock Club del equipo británico antes de la carrera para atender una pequeña rueda de prensa moderada por el que fuera el director comercial de la escudería de Grove Richard West. Después del trágico accidente esas palabras quedaron en el olvido hasta que años después West recibió un envío muy especial.
Un vídeo grabado por una fuente anónima que recogía las últimas palabras de Senna aquel fatídico 1 de mayo de 1994. En aquella sesión de preguntas, Ayrton habló precisamente sobre la seguridad que necesitaba el Mundial por aquellos años. Pasó por alto las medidas del circuito de Ímola en el que hizo lo que más amaba por última vez porque le preocupaban más los posibles accidentes que podía haber en la cita siguiente de Mónaco.
"Tiene una calle de boxes muy apretada con demasiada gente en ella, será muy, muy peligroso. Así que acabamos de hablar sobre ello y estamos pensando en pedir a los comisarios de la FIA que introduzcan un límite de velocidad para la calle de boxes", dijo el paulista. Sus palabras se hicieron realidad y en aquel GP de Mónaco de 1994 se estableció por primera vez el límite de velocidad en el pit lane, algo que se antoja imprescindible.
"Es una entrevista breve, pero increíblemente conmovedora y estaba perdida hasta ahora. A día de hoy todavía no sé quién me envió la cinta", revela West. Sí, resulta muy conmovedor oír la implicación de alguien que luchaba y se preocupaba tanto por lo que le quitó la vida. Aquél domingo, Senna firmó un mapa del circuito antes de marcharse, y lo hizo justo al lado de Tamburello, la curva en la que se acabó todo, como si no pudiera escapar de un destino ya marcado…