La Briggs& Stratton compró algunas patentes de la empresa Smith Flyer de Milwaukee, del estado de Wisconsin de Estados Unidos. En ese lugar también tenía sede la empresa compradora y en el año 1919 comenzó con la construcción de un cyclecar.
En Estados Unidos nunca llegaron a tener gran aceptación los cyclecars porque los caminos estaban en mal estado, en aquellos años, y las distancias a recorrer eran muy extensas a diferencia de lo que ocurría en Europa.
Pero además el cyclecar fabricado por la Briggs & Stratton era de un resultado relativo, porque parecía más un automóvil para divertir a los chicos que un auto como un verdadero medio de transporte.
El cyclecar era de dos plazas con un simple chasis de madera que no presentaba carrocería de ningún tipo y dos asientos de madera para sus ocupantes. Pero lo más llamativo era el tipo de tracción trasera por medio de una quinta rueda, en la cual iba montado el motor monocilíndrico de muy baja cilindrada.
En la fotografía podemos ver cómo era ese Briggs & Stratton del año 1922 conservado en perfecto estado y listo para ser usado. Pero la empresa de Milwaukeedejaría de producir este tipo de automóviles a partir del año 1923 y se dedicaría a otros rubros como la fabricación de motores fuera de borda e instrumentos eléctricos.
Pero la Briggs & Stratton llegó hasta nuestros días fabricando cortadoras de césped, entre otras máquinas eléctricas. También recordemos que en el año 1980 presentó el Hybrid y que pueden conocer de más de cerca en la siguiente nota publicada en el blog de Archivo de autos:http://archivodeautos.blogspot.com/2014/04/un-auto-hibrido-el-hybrid-de-briggs.html
La fotografíadel cyclecar de la Briggs & Stratton apareció publicada en la Enciclopedia Salvat del Automóvil del año 1974 y editada en España.
Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
http://facebook.com/archivodeautoshttp://taringa.net/archivodeautoshttp://www.autonautas.com/groups/archivo-de-autos/http://archivodeautos.wordpress.comhttp://es.paperblog.com/users/archivodeautos/
Archivo de autos es armado en un ciber por falta de recursos económicos, no por una política editorial.