Entro en su cuarto como una exhalación.
-¿Dónde están los muffins?
-Fe han acafado
No a uno, a dos carrillos está comiendo la jodía Niña.
-¿Qué te has comido 12 muffins gigantes desde antes de ayer por la tarde a hoy?
-¡No, no! El Niño tambié ha comido…la mitaf no lo hemof repaftido. ¡Están muy bueno!
¡Pero porqué en esta casa se come como si fuera penitencia! Parece que Dios en el paraíso en vez de lo de “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente” hubiera dicho “Sudarás para comerte todo lo que te vas a meter al buche”
¡Porqué nadie respeta nada de comer aquí! No le había tomado fotos, ¡¡Eran para un post!!
Y aparece el que faltaba
-A ver Madre, papá es diabético así que no come dulces, tú no comes dulces porque dices que estas gorda así que La Niña y yo nos repartimos las existencias.
No le ví ningún cartel a los muffins diciendo algo como “respétame, soy virgen; todavía no he sido inmortalizado por la cámara de Dolega” ó “No me comas, soy un post”
-¡Vete a la mierda!
¡Y por qué les cuento todo esto?
Siempre que alguien nuevo me comenta y pone que tiene blog, me paso a visitarlo, me doy una vuelta por su casa y comento alguna entrada. No suelo suscribirme a nuevos sitios básicamente porque no tengo tiempo. Apenas llego a los que tengo actualmente así que no me planteo ampliar horizontes.
Un día tengo un comentario nuevo con dirección de blog: Honey & figs lo contesto, me voy para su casa y es ahí donde empieza mi grata, muy grata sorpresa.
Lo primero es que me encanta el diseño, limpio y dulce.
Es un blog en inglés y español cosa que me sorprende y que luego me aclaran en otro comentario en Dolega que viven en el corazón de La Mancha, mi sorpresa va en aumento pero mi confusión también porque me comentan dos personas; por un lado Consuelo y por otro María José y ambas con la misma web… Hasta que me aclaran el misterio. Son madre e hija pero el blog lo crea y lo lleva la hija, Consuelo.
Veo recetas diferentes, divertidas, originales. Para las lentejas con chorizo ya tengo varios libros y la “receta de mamá”. Me gusta su manera de escribir los post. Es un sitio relajante.
Voy a seguirla en Pinterest y ya me quedo absolutamente impactada cuando leo en su perfil que tiene ¡17 años!
Un blog de cocina que implica probar, experimentar, cocinar, fotografiar… un blog absolutamente profesional, currado a muy alto nivel, recién abierto y que va mejorando en funcionalidad día a día, porque lo veo…
Lo vuelvo a repetir:
¡Esta es nuestra juventud! Todos los que tenemos un blog, sabemos las horas que hay que dedicarle al tema, y a uno de cocina ¡muchas más!
Esta jovencita merece mi respeto y mi admiración sin paliativos y seguro que también tiene tiempo de salir, divertirse, bailar y soñar con el chico maravilloso que la acompañará al infinito y más allá.
¡Bueno, que me he enamorado!
Pero el amor en mi caso no es ciego. Nunca he creído en esa frase, otra cosa es que miremos para otro lado. Así que me dispongo a probar con alguna receta para ver qué tal salen. Me decido por los muffins porque tienen una pinta absolutamente espectacular.
Para saber si estaban ricos tendría que hacerle una entrevista a las pirañas que tengo en casa, pero a juzgar por el tiempo que duraron deben salir exquisitos.
Quiero humildemente dedicarle un post así que me decido por el cheesecake de frutos rojos y así consumo medio kilo de la caja semanal de cerezas que trae el Consorte. ¡Estoy de picotas hasta la punta de la trenza!
Ayer la hice, pero como había que refrigerarla toda la noche, di una breves indicaciones a los posibles comensales.
-Niño, si se te ocurre meter la mano en la tarta antes que le tome fotos, te la corto…y la mano también.
-Niña, si empiezas el cheesecake antes que yo corte el primer trozo, a mí me dará un ataque de amnesia y los bollos de la merienda se me empezarán a olvidar. Estos ataques me suelen durar uno ó dos meses ¿Lo pillas?
Y ahora mismo me estoy comiendo el trozo de la fotografía.
Mmmmmm…simplemente celestial.
Ahhh… ¿La receta? Por supuesto, aquí