De nuevo es viernes y ni me he enterado que ha pasado ya otra semana, madre mía se pasa la vida volando y cómo crece mi chiquitina. A los que tenéis niños pequeñitos no os pasa que crecen demasiado deprisa y os gustaría tener un botón de OFF para parar el tiempo y disfrutarlos mucho más. Mi pequeña Daniela esta semana pasada cumplió ya 3 meses y parece que fue ayer cuando nos hicimos este reportaje de embarazo. El otro día os enseñé el primero que nos hicimos mi marido y yo en la playa junto a Sublim Kids, con la brisa del mar rozando nuestros cuerpos y la preciada barriguita. Hoy os quiero enseñar una segunda sesión que hicimos de la mano del fotógrafo de nuestra boda, Joan Tudó. Nos apetecía que el escenario fuera totalmente diferente y escogimos el bosque como lugar para realizar un boudoir y tomar las últimas fotografías antes de ver la carita a nuestra niña (la semana que viene vengo con el reportaje newborn que os va a chiflar... a enamorar... a volver locos...).
Nosotros vivimos a unos 50 km de Barcelona, mi marido es de una ciudad pequeñita y cuando nos decidimos a vivir juntos después de 4 años de noviazgo en la distancia, él no quería el bullicio de la gran ciudad así que escogimos una urbanización en la montaña para vivir. Pensé que no me adaptaría pero... levantarte cada mañana con el sonido de las hojas de los árboles o con los piar de los pajaritos, es un auténtico placer. Cerquita de casa hay rincones maravillosos para poder realizar sesiones preciosas llenas de encanto y con una luz al atardecer que embellece a cualquiera.
Muchas veces no se trata de que haya un enclave espectacular, si no que el fotógrafo sepa buscar un detalle especial, un destello furtivo, una sonrisa de repente... Eso fue lo que nos gustó de Joan Tudó cuando lo contratamos para nuestra boda, que no hubo ni un segundo que no disfrutáramos de nuestra boda, no nos perdimos nada de nada, ni el aperitivo, ¡que ya es decir!
La sesión de embarazo junto a él fue sencilla, divertida, relajada y muy familiar. Queríamos que la barriga fuera la protagonista y por eso nos decidimos por realizar un pequeño boudoir, es decir una sesión en ropa interior muy simple, fina y delicada... en algunas fotografías incluso velada con tul blanco. Aderezamos el conjunto con una corona de paniculata que realicé yo misma esa misma tarde y el resultado fue espléndido. Os dejo con las imágenes para que juzguéis vosotros mismos.
¿Os atrevéis con una sesión boudoir estando embarazadas?
Fotografías Joan Tudó.