Tras las vacaciones, el cabello no sólo pierde hidratación, sino que también es más propenso a caerse dando lugar a una alopecia estacional. El empleo de minoxidil ayuda a combatirla
Las jornadas de sol y playa pasan ahora factura al cabello. El agua del mar, de las piscinas, las altas temperaturas y el calor se rebelan ahora en contra de un pelo sano y cuidado. A diferencia de la piel, el cabello posee una estructura inerte que le impide repararse. Además, el ambiente relajado del verano conlleva un cierto descuido en el color, la forma y la hidratación. La necesidad de una «puesta a punto» permitirá no sólo recuperar íntegramente la salud del cabello sino que, además, estará más brillante, hidratado y en un estado inmejorable. Un buen tratamiento comienza siempre con el lavado y más si el cabello muestra daños estructurales como puntas abiertas, tendencia a romperse o pérdida de pigmentación. El empleo de mascarillas y otros productos con un alto poder reconstituyente contribuirán, sin duda, a devolverle su aspecto habitual. Asimismo, debido a la acción del sol los cabellos coloreados han perdido su color incial e, incluso, han llegado a decolorarse de forma considerable.
Sin embargo, en los salones profesionales existen multitud de tratamientos específicos para después del sol, capaces de renovar hasta el último mechón. Menos densoEl mayor problema al que se enfrenta en esta época la mayoría en cuanto a la salud capilar se refiere, reside en la caída del cabello. Justo ahora, a mediados de septiembre, y hasta que termine el año, la densidad de pelo y su calidad pueden disminuir a pasos agigantados. Esta alopecia estacional se produce debido a una alteración del ciclo. «En verano como consecuencia del calor, de la radiación ultravioleta y por pequeñas alteraciones en el ritmo circadiano hormonal, el ciclo del pelo se sincroniza, es decir no se produce un ciclo individual del mismo, como sucede en el resto de los meses del año, y todos los cabellos crecen de forma rápida y se caen de manera ágil, dando una imagen de pérdida masiva del pelo que podría compararse a la muda, “espeleche”, que sufren algunos animales», explica el doctor José Carlos Moreno, presidente de la Academia Española de Dermatología (AEDV) y jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Reina Sofía de Córdoba.
En cualquier caso, sí existen pequeños trucos capaces de recuperar esta alteración del ciclo piloso. A este respecto, Moreno asegura que «hay muchos tratamientos que resultan efectivos y, si se siguen, el cabello se recuperará, de forma espontánea en el plazo de unos tres meses. El empleo de minoxidil –un fármaco contra la alopecia– al dos por ciento junto a algunos productos que contengan vitaminas o aminoácidos como la vitamina A y B, cistina, gelatina o biotina, pueden ayudar a una mejor recuperación». En ningún caso es necesario recurrir a terapias agresivas, tan sólo es preciso aconsejar, según Moreno, «que no hace falta modificar los hábitos higiénicos. El champú es un producto cosmético que tiene como principal función la limpieza del cabello y del cuero cabelludo y no hace que el pelo caiga o crezca. El cabello que cae con el lavado o el peinado está enfermo y acabará perdiéndose en un breve espacio de tiempo. Sin embargo, no debemos minimizar el problema y es preciso realizar los estudios necesarios para descartar otra serie de patologías que pueden simular esta alopecia estacional». Por tanto, lo más importante se resume en que «el pelo se recupere con otro que acabe alcanzando las mismas características (tamaño, color, grosor) que el que se ha perdido», recuerda el experto.
**Publicado por "La Razón"