Miqueli, que ahora se encuentra en la iglesia de San Francisco de Chantal, habría robado dinero de las limosnas y contribuciones de los fieles, según la investigación, y pagado por sexo a un taxiboy llamado Keith Crist con quien sostenía relaciones de tipo sadomasoquista, que incluían beber orina y exhibicionismo.
Según los investigadores, el sacerdote gastó un dineral en 2012 para la adquisición de drogas legales y de prescripción médica que utilizaba con su amante además de comprar una casa y pagarle un alquiler mensual al taxiboys.
Las autoridades católicas se tomaron "muy en serio" estas acusaciones mientras que los fieles de la iglesia de San Francisco pidieron que el sacerdote ofensor fuera removido del cargo.