Tenía pendiente contaros una cosa que me pasó el viernes, pero después de hoy, ya no podía retrasarlo más. Fue un buen día. M. y yo comimos en El Original el menú del día, y luego nos fuimos al Mercado de Fuencarral. Me compré dos camisetas rebajadas en Pepa Loves (una de manga corta, azul; y otra coral, con lazo al cuello y de manga larga) y después, nos fuimos a merendar a Lolina Vintage. Y al salir, en la misma calle Espíritu Santo, de repente me encuentro a Ana, del blog Pues a mí me gusta.
Teníamos pendiente quedar algún día para ir de tiendas o algo así, y conocernos. Pero nada. El destino quiso que nos encontráramos así, de improviso. Me reconoció a distancia y cuando vi que me miraba sonriendo, supe que era ella (sólo nos habíamos visto en fotos del Facebook, claro). Así que nos saludamos y fue todo un poco raro. Conocer a uno de tus lectores (del que a su vez tú eres lector) supongo que es como una cita a ciegas. Quizir, te pones más nervioso, tienes más expectativas creadas al respecto, te llevas bien con alguien pero no lo has visto en persona, y quizá luego sea todo distinto y tenga que ir poco a poco. O no. Puede que Ana (o cualquiera de mis lectores/as) crea que soy mucho más guay de lo que soy en realidad. O sea, que en el blog, desde el teclado y el anonimato se pueden decir muchas cosas y en un tono muy libre. Y el caso es que puede que, al conocerme, os decepcionéis porque esperéis cosas más sublimes sobre mí, ya que os gusta mi blog. Gustave Flaubert dijo "Madame Bovary soy yo". Pues yo no sé si mi blog soy yo. Quizá sólo son rayadas mías porque, además de ser una hipocondríaca de mucho cuidado, soy un poco paranoica.
En fin, a ella, a Ana, la vi todavía más alta y más guapa de lo que sugerían algunas fotos de las que vi, y además, muy elegante. Y yo, aparte de celebrar mentalmente que me había limpiado los morros antes de salir de Lolina (me había tomado una taza de chocolate), iba sin maquillar y llevaba mi gorrito negro vintage en la mano y no en la cabeza (vaya, ya no iba moderna).
Aun así, y tras intercambiar tres palabras e incluso cortarla cuando iba a decirme de dónde venía ella, debí de caerle bien, porque ha hecho para mí una ilustración en su blog y me la ha dedicado (es la foto de arriba). ¿No os encanta? Será mi nueva foto de perfil. ¡Gracias, Ana!
P.D: Os informo de que mi crónica del día de hoy en Cibeles se retrasará. No me llevé la cámara, así que quiero esperar a que mi compi me pase alguna foto de las que ella hizo para ilustrar mi post. En cualquier caso, sólo vi cuatro desfiles, pero para un primer contacto no está nada mal.