Nuestra labor de enfermería siempre es alentadora y terapéutica. Animamos al depresivo, calmamos al ansioso, reconducimos a la realidad al que lo precisa…, siempre dentro de nuestras posibilidades y la del equipo. Hay que tener claro que cuando un paciente tiene una recaída lo pasa mal y nosotros estamos ahí para atenderlo y que se recupere lo antes posible. Y en muchas ocasiones nos vamos a casa al terminar el turno pensando en qué más se pudiera haber hecho para ayudar.
Por todo esto me remito al título: ¿quién ha tenido realmente un día duro, nosotros o los pacientes que están pasando por una situación de crisis?Ana Mª Letrán Escudero. Enfermera 2ª planta URA.