Eso cantan los Miserables, y eso llevo cantando yo, casi desde que tengo uso de razón. Es decir, de antes de ayer.No importa lo negra que sea la noche, no importa lo oscuras que parezcan las calles, no es verdad que las noches sean eternas, todos los días, ¡todos!, con más o menos fuerza, más o menos radiante, sale el sol.Hace ya un año, Emilio Duró, en una conferencia magistral, decía que no hay que educar en el placer. Que es vacío, felicidad temporal que se desvanece aún más rápido que viene. Que había que educar en el esfuerzo, tener un proyecto, un sueño, un reto. Nada del hedonismo que está tan de moda, la búsqueda del placer inmediato, de satisfacer los apetitos, sin más.
Pasar buen fin de semana y no dejar de tener presente, que cada día, cada día, sale el sol...