Nacida en 1903 en Paris, Diana Vreeland es un personaje que todos los fanáticos del mundo de la moda deben conocer.
Amante de bailar por las noches con vestidos que Coco Chanel le hacía, una noche el vestido blanco que vestía Diana Vreeland hecho por Chanel llamo la atención de Carmel Snow, la entonces directora de Harper’s Bazaar, la cual al ver el estilo de Vreeland no dudo en ofrecerle un trabajo. En esa época trabajar era sólo para mujeres de escasos recursos que debían ayudar a mantener a sus familias, Vreeland no tenía esta necesidad, pero acepto el trabajo y así obtuvo una columna hilarante llamada “Why don’t you?“ donde escribía cosas como “¿Por qué no te das un baño de champaña?“
Su creatividad, su personalidad y trabajo le provocaron una oferta de dirección creativa en Harper’s Bazaar, tiempo después a la retirada de Carmel Snow, Vreeland llegó a ser la editora de Harper’s Bazaar, cargo que Diana no tomo como si ella sólo fuera una mujer de sociedad bien vestida, exploto su ya entablada amistad con uno de los mejores fotógrafos de moda de la época, Richard Avedon y ambos explotaban creatividad.
Tras trabajar casi por 30 años en Harper’s Bazaar, llego a Vreeland una nueva oportunidad, la edición de VOGUE.
Vreeland exploto toda su creatividad durante sus años en VOGUE.
Vreeland enviaba a equipos para shootings en India, fue la primera editora de moda en colocar un bikini en sus páginas, fue la primera en traer a las revistas a las actrices de la época (como a Barbra Streisand) e inclusive a músicos como Mick Jagger, además de relacionarse con icónos de la época como Andy Warhol, Truman Capote, David Bowie, Twiggy, etc.
Vreeland a pesar de tener tanta responsabilidad y haber hecho que un trabajo menospreciado fuera lo más ‘cool’ jamás convoco a reuniones de su equipo, con su peculiar estilo daba ordenes enviando ‘memos’ a todos.
La leyenda cuenta que todas sus secretarías salían llorando y al día siguiente regresaban amándola iniciando un mito de “moda + tiranía“.
Tristemente tras 9 años en VOGUE fue despedida debido a los excesivos gastos que generaban las producciones de Diana. Tras esto tuvo una depresión que no duró demasiado, En 1972 fue contratada comoconsultora del Costume Institute del museo Metropolitano y organizó exposiciones que atrajeron un número insólito de visitantes.
Enérgica, original, visionaria, obstinada, obsesionada con encontrar el rojo perfecto, con una sala donde todo era rojo que fue llamada “el jardín del diablo“, exótica, divertida, con una imaginación tan desbordante que rayaba en la fantasía, Diana Vreeland sin duda, fue el primer diablo en vestir a la moda.
Les dejo el link del trailer de el documental “The eye has to travel“ que narra a forma de entrevista la vida de esta fashionista.