Científicos de la Universidad de California, en Irvine (EEUU), han unido una proteína que se encuentra en las lágrimas -y combate las enfermedades- a un pequeño transistor, para descubrir exactamente qué es lo que destruye a las bacterias peligrosas. La investigación podría resultar relevante para la investigación destinada a diagnosticar el cáncer, y otras enfermedades, en sus primeras etapas.
Desde que el premio Nobel Alexander Fleming descubrió que las lágrimas humanas contienen unas proteínas antisépticas, llamadas lisozimas, hace aproximadamente un siglo, los científicos han tratado de averiguar cómo estas proteínas son capaces de eliminar bacterias mucho más grandes que ellas.
Ahora, este nuevo estudio, publicado en 'Science', aclara que las lisozimas poseen 'mandíbulas' con las que pueden agarrar y masticar filas de paredes celulares. "Con estas mandíbulas, rompen las paredes de las bacterias que están tratando de entrar en los ojos para infectarlos", explica el biólogo molecular y profesor de Química, Gregory Weiss, quien co-dirigió el proyecto junto con el profesor de Física y Astronomía, Philip Collins.
Los investigadores descifraron el comportamiento de la proteína mediante la construcción de uno de los transistores más pequeños del mundo -25 veces más pequeño que circuitos similares utilizados en ordenadores portátiles o 'smartphones'- a través del cual se observó la actividad de las lisozimas. "Nuestros circuitos son micrófonos de tamaño molecular", afirma Collins.
Los científicos -que tardaron años en montar el transistor y adjuntarle moléculas individuales de lisozimas- esperan que esta tecnología novedosa pueda ser utilizada para detectar moléculas cancerosas.
"Si pudiéramos detectar moléculas individuales asociadas al cáncer, seríamos capaces de detectarlo muy, muy temprano", concluye Weiss, "y si tratamos el cáncer temprano, el tratamiento será mucho más eficaz, los pacientes se curarán mucho más rápido, y los costos serán menores".
**EUROPA PRESS