Un enfoque que transforma equipos y genera resultados

Por Alberto Barbero @albarbero

Cómo un taller de coaching de equipo puede transformar tu organización

Toda organización opera bajo un modelo de funcionamiento y una cultura que determinan sus relaciones y su manera de trabajar. Evolucionar estos modelos no es fácil, pero es clave para la sostenibilidad, la eficacia y el bienestar de los equipos. Junto con mi compañero Ion Uzkudun, he desarrollado un proceso detallado que ayuda a comprender el mapa organizativo y a diseñar rutas para avanzar con éxito. Este enfoque se alinea con lo que Frederic Laloux describe en Reinventar las organizaciones: en las empresas más avanzadas, el coaching de equipo no es una intervención puntual, sino una práctica continua que impulsa la transformación real. Aplicado de manera estratégica, permite mejorar la sostenibilidad, la eficacia en productos y servicios, el ambiente interno y la flexibilidad ante los cambios.

Si buscas una manera efectiva de hacer evolucionar a tu equipo, quiero compartir contigo algunas pistas sobre esta metodología, que llevamos años facilitando con éxito y que puede marcar la diferencia en tu organización.

Un enfoque estructurado y práctico

Este taller no es una sesión aislada, sino parte de un proceso más amplio. Suele comenzar con uno o dos encuentros iniciales para fijar un modelo de relación y desarrollar habilidades básicas. A partir de ahí, se trata de generar regularmente un espacio estructurado para que los equipos reflexionen sobre su evolución y sus retos en el día a día, fortalezcan su cohesión y planifiquen los próximos pasos.

El taller sigue una estructura flexible y adaptable a cada equipo, con un “menú de degustación” cuyos principales ingredientes son:

  1. Duración: Entre un día y medio y dos días, según las necesidades del equipo.
  2. Revisión de compromisos: Se analiza el progreso del equipo desde el último taller, detectando avances y dificultades.
  3. Trabajo sobre necesidades actuales: Los participantes identifican y trabajan los temas que consideran más relevantes en ese momento para priorizarlos y avanzar sobre ellos.
  4. Un tema central: Cada edición tiene un leitmotiv que sirve de excusa para explorar nuevas perspectivas. Se introducen pequeños inputs y, en ocasiones, algún modelo de referencia.
  5. Juego formativo: Una experiencia práctica que permite identificar analogías con el día a día del equipo y extraer aprendizajes aplicables.
  6. Feedback individual y grupal: Cada participante recibe un informe que le ayuda a comprender su impacto en el equipo y áreas de mejora, así como a definir un nuevo plan de acción individual y de equipo.
  7. Actividad lúdico-formativa: La primera tarde se realiza una dinámica especial que rompe la rutina y fomenta la conexión del equipo, seguida de una cena.
  8. Fotografías del proceso: Se capturan momentos clave del taller para reforzar el aprendizaje y la memoria del equipo. Estas imágenes no solo sirven como recuerdo visual, sino que también ayudan a reforzar los compromisos adquiridos, facilitando su revisión en reuniones futuras y proporcionando ejemplos concretos de las dinámicas trabajadas.
  9. Acciones individuales y colectivas: Se definen compromisos concretos para aplicar en el día a día.
  10. Informe final: Todo el material y conclusiones se recopilan en un documento de referencia para el equipo.

Este proceso se puede adaptar a distintos niveles de la organización: equipos directivos, mandos intermedios o grupos representativos de los distintos departamentos. Así, el impacto del taller no solo transforma a un equipo, sino que impulsa una evolución organizativa más amplia.

¿Por qué funciona este enfoque?

Este modelo no solo proporciona herramientas, sino que genera cambios reales porque:

  • Es experiencial: No se trata de escuchar, sino de vivir aprendizajes significativos.
  • Impulsa la mejora continua: La periodicidad del taller permite que los equipos evolucionen con el tiempo.
  • Genera compromiso: La revisión de avances y la definición de nuevas acciones hacen que los equipos se involucren en su propio desarrollo.
  • Se basa en la comprensión real de los equipos: Nos implicamos en conocer la dinámica de cada equipo y en generar un espacio de confianza donde las personas se sienten escuchadas y comprendidas.
  • Cuenta con apoyo estratégico interno: La implicación de figuras clave dentro de la organización—como el CEO o líderes reconocidos—refuerza el impacto del proceso y facilita la implementación real de los cambios.

Si buscas una manera efectiva de hacer que tu equipo crezca y evolucione de verdad, este taller puede ser el impulso que necesitas. ¿Quieres saber más? Estaré encantado de contártelo en detalle.