Una reciente investigación realizada por científicos estadounidenses, destaca que a lo largo de los últimos 50 años, el gasto diario de energía producido por actividad física en el entorno laboral ha disminuido en más de 100 calorías, a la par que se han producido cambios en el peso corporal de los ciudadanos de EE.UU. Este estudio, titulado “Tendencias a lo largo de 5 décadas en EE.UU. entre la actividad física en el entorno laboral y su relación con la obesidad”, ha sido publicado en la prestigiosa revista científica „PLoS ONE..
La investigación en la que se han utilizado datos procedentes de la Oficina de Estadística Laboral y de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) de EE.UU., ha examinado recientemente la evolución de la actividad física en el puesto de trabajo de los estadounidenses. En ella, se ha puesto de manifiesto que durante las últimas 5 décadas, el gasto diario de energía producido por actividad física en el entorno laboral ha disminuido en más de 100 calorías, a la vez que se han producido cambios en el peso corporal de los ciudadanos de EE.UU.
El estudio, publicado recientemente en la revista „PLoS ONE., ha destacado que a principios de la década de los 60, casi la mitad de los trabajos del sector privado exigían al menos una actividad física de intensidad moderada, mientras que en la actualidad menos del 20 % de los trabajos requieren este nivel de gasto energético.
A este respecto, los expertos estimaron que, desde 1960-62 hasta 2003-06, “el gasto diario de energía en el entorno laboral había disminuido en 142 calorías en varones”. Así, para un peso de referencia de 76,9 kg en 1960-62, dicha disminución de gasto calórico supondría un aumento del peso medio hasta los 89,7 kg. Estos resultados obtenidos, similares para hombres y mujeres, han coincidido también con el modelo de equilibrio energético de la Encuesta NHANES que estima el peso medio en 91,9 kg, para ese periodo.
Según los autores, la disminución de la actividad física en el trabajo ha estado motivada por el progresivo descenso en el porcentaje de individuos empleados en ocupaciones agrícolas y de producción de bienes, frente al incremento de personas empleadas en ocupaciones de servicios. En este sentido, los investigadores han concluido que “la reducción en el gasto energético representa una parte significativa del aumento en el peso corporal medio de hombres y mujeres estadounidenses”.
Asimismo, los responsables del estudio han resaltado que "contar con un mayor conocimiento de la relativa importancia de la actividad física dentro del entorno laboral, en la actual epidemia de obesidad, debería ayudar a formular un programa integral basado en datos científicos que incluya diferentes políticas, estrategias y tácticas para combatir este problema persistente”.
A este respecto, han señalado que la actividad física “es la única variable modificable que puede contribuir a la energía total gastada, representando un factor clave en las estrategias de prevención del sobrepeso y de la obesidad, así como en el control del peso corporal”.