El ojo humano no está en grado de percibir el cambio de los objetos en movimiento y gracias a un estudio publicado por la revista Current Biology, se ha podido demostrar lo fácil que es engañar a la vista.
El efecto se llama «silenciamiento» y funciona con los cambios de color, luminosidad y tamaño.
Para demostrarlo, los autores del estudio han utilizado este vídeo en el que el ojo del usuario tiene que fijarse en el punto blanco central.
Al darle al play, las bolas empiezan a cambiar de color mientras el anillo está parado. Pero cuando la rueda empieza a girar, las bolas parecen permanecer estáticas aunque realmente siguen cambiando de color.
Si el movimiento y el cambio de tono de un objeto tienen lugar al mismo tiempo, el ojo humano sólo es capaz de percibir uno de estos dos fenómenos.
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