Un estudio del CSIC alerta de que el humo de las fallas perjudica la salud

Por Fat

Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) alerta del riesgo para la salud que comporta la contaminación por el humo de los fuegos artificiales y la "cremà" de las fallas. El artículo, publicado ayer en la revista científica "Journal of Hazardous Materials" -en castellano "Diario de Materiales Peligrosos"-, revela que durante la semana de Fallas los niveles de partículas metálicas suspendidas en el aire de Valencia se disparan de forma "notable". Así, la concentración de plomo (Pb) se multiplica en más de 22 veces, al pasar de 17 nanogramos por metro cúbico de aire (ng/m3) a 379. Los niveles de estroncio (Sr) detectados son 37 veces más altos, de 3 ng/m3 suben a 112, mientras que el antimonio (Sb) asciende de sólo 1 a 52 ng/m3. La investigación analiza los registros de la Estación de de Calidad del Aire que la Generalitat tiene en los Viveros durante seis días de Fallas de 2005.
Los científicos del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea) que el CSIC tiene en Barcelona analizaron más de 30 elementos y compuestos químicos en el aire antes de la semana fallera, para confirmar que en los días de fiesta el humo de "mascletades", castillos y la "cremà" multiplican los niveles de plomo, cobre (Cu), estroncio, potasio (K), magnesio (Mg), óxido de aluminio (Al23), titanio (Ti), bario (Ba), antimonio, y las concentraciones de oxido nítrico (NO) y dióxido de azufre (SO2) en el aire.Partículas metalíferas La autora principal del trabajo, Teresa Moreno, destaca que las partículas metálicas del humo que emiten los fuegos artificiales "suponen un riesgo para la salud, sobre todo para personas asmáticas o problemas cardiovasculares y también en los niños".
"La investigación toxicológica ha demostrado que muchas de las partículas metalíferas que lleva el humo de los fuegos artificiales, como el plomo, son bioreactivas y pueden afectar la salud" advierte.Los diferentes colores y efectos de los fuegos artificiales se consiguen gracias a la adición de metales en la pólvora. Cuando se produce el espectáculo pirotécnico se origina mucho humo y se liberan diminutas partículas metalíferas -de un tamaño de varias micras o menos-, "lo bastante pequeñas como para ser inhaladas profundamente en el pulmón", señala.Moreno destaca que la gente que vive en las ciudades "inhala cantidades importantes de partículas contaminadas por las emisiones del tráfico, las chimeneas o los cigarrillos, y el humo denso de los fuegos artificiales empeora las cosas". El estudio también constata el incremento de la presencia de partículas metalíferas en los cielos de l'Alcora y Borriana, Barcelona y Girona tras fiestas pirotécnicas.
**Publicado en "Las Provincias"