Tener un estudio de 36m2…no es sinónimo de una vida pequeña, incómoda y triste…la imagen da prueba de ello, un piso luminoso, lleno de detalles y sobre todo, con una decoración muy acogedora. Esta combinación no es otra que la del color blanco mezclado con toques de madera natural. El blanco tiene esa pureza y esa luminosidad que tanto gusta (sobre todo para espacios no demasiados grandes) y la madera le aporta esa calidez y esa pincelada de naturaleza para armonizar el conjunto.
Una cocina, que hay que destacar, con mobiliario blanco, encimera de madera y azulejos biselados en blanco. El resto de la vivienda también me resulta tan sencilla como inspiradora así que os dejo disfrutando de cada detalle.