Los hombres que consumen alcohol de forma moderada (dos o tres copas al día) tras someterse a una cirugía de «bypass» coronario tienen menor riesgo de sufrir nuevos problemas cardiovasculares, ataques al corazón o infartos cerebrales, en comparación con los abstemios, según un estudio presentado en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón.
Pero como todo, la virtud está en el equilibrio. Si el paciente de bypass presenta una disfunción ventricular izquierda y es un gran bebedor (consume más de seis copas al día) tiene el doble de posibilidades de morir por un fallo cardíaco comparado con el no bebedor.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un cuestionario sobre el consumo de alcohol a 1.021 pacientes con bypass y siguieron su evolución durante los tres años y medio siguientes.
«El beneficio del consumo ligero de alcohol está documentado en los individuos sanos, pero nuestro estudio muestra el beneficio en los hombres con un bypass coronario», explica el doctor Umberto Benedetto de la universidad La Sapienza de Roma, quien advierte que será necesario un mayor periodo de seguimiento, con más pacientes y controles, para confirmar definitivamente los resultados.
Por su parte, la Asociación Americana del Corazón no recomienda a la gente abstemia empezar a consumir alcohol para prevenir problemas del corazón porque su consumo en exceso puede incrementar la presión arterial con consecuencias negativas. Para los que ya beben habitualmente, los expertos recomiendan a las mujeres limitarse a una copa al día y a los hombres a dos.
**Publicado en "ABC"