[...] tengo q decirle a alguien minimalista lo que me paso con uno de ustedes. Mi novio me dejo por que esta de obsesionado con ser minimalista, dice q quiere estar solo para siempre, que jamas va a tener hijos ni formar familia, que demasiadas cosas y responsabilidades lo desgastan y demasiadas personas también, creo q se paso de la raya con la tendencia, lee demasiados libros de minimalismo y de viajeros.[...]
Es fácil utilizar el minimalismo como excusa para no enfrentarte a tus retos y a tus miedos. Dejar atrás a amigos o familiares es más fácil que encontrar una solución para problemas de convivencia. Rechazar cualquier tipo consumo es más fácil que aceptar que tu situación financiera es difícil. A largo plazo estas posturas más que solventar tus problemas, te alejarán de tu propia felicidad.
¿Dónde está el límite?
Si has experimentado con ideas minimalistas, ya has definido algunos de tus propios límites: a lo mejor tu armario está más despejado que el armario medio o has marcado un día a la semana en el qué no coges el teléfono. Son límites que te permiten buscar tu propio desarrollo personal, sin hacerle daño a otra persona ni imponer tu visión del mundo.
Tu entorno también tiene sus límites, tanto físicos como emocionales. Puedes reducir tus propias pertenencias mientras no toques (ni critiques constantemente) el armario de tu pareja. Puedes proponer temas más positivos para charlar con tu madre en vez de cortar el contacto por completo. Tus relaciones sociales siempre necesitarán tu presencia, y tu tienes parte de la responsabilidad de que se desarrollen en una dirección provechosa para todos los integrantes. Renunciar a amigos y familiares en nombre de un ideal no es la solución.
Predicar con el ejemplo, no con la ausencia
El ex-novio de la lectora puso el minimalismo como excusa para cortar todos los lazos con su entorno social. De esta forma también perdió toda oportunidad de compartir sus ideas y experiencias, una parte fundamental de la vida humana (e ingrediente importante de la felicidad). Ser la única que simplifica puede ser agotador y frustrante hasta que te das cuenta que no se trata de los otros: el minimalismo trata de ti. Si tu te sientes mejor con menos estrés por las mañanas, que más da que tu entorno prefiera angustiarse? En vez de intentar corregirles, o cortar el contacto porque no entienden puedes simplemente seguir con tu vida. Puedes compartir tus experiencias con los que tienen interés y seguir trabajando en tu propio desarrollo personal.
El ejemplo siempre será el mejor maestro. Y para ello, hay que estar presente.
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Imágen: Eva Freude / flickr