La flora intestinal (las bacterias que habitan el tracto digestivo) no es tan específica de cada individuo como se creía. Igual que hay grupos sanguíneos, en los seres humanos hay tres grupos de flora intestinal: A, B y C. En un futuro, este descubrimiento podría modificar el abordaje de enfermedades como la Crohn, la colitis ulcerosa, la diabetes o la obesidad. Otra de las posibilidades es el trasplante de flora intestinal. Como si de un bosque a repoblar se tratara, el trasplante permitiría reintroducir las especies ausentes. Saber que todo individuo corresponde a uno de estos grupos permitirá definir mejor el tipo de trasplante que cada uno necesita.
"Deberemos trasplantar las bacterias adecuadas, si no sería como, por ejemplo, intentar llevar una ardilla que vive en un bosque escandinavo a la selva, en dos días moriría", explica Francisco Guarner, responsable del proyecto MetaHIT en España e investigador Instituto de Investigación Vall d'Hebrón (VHIR). El trabajo se publica hoy en Nature. "Tal vez debamos empezar a pensar en el enterotipo de flora intestinal como si se tratara de un grupo sanguíneo, especialmente cuando se aborden determinados tratamientos", añade.
-Países desarrollados
Esta estructura esencial determina el funcionamiento del intestino del individuo y se definiría durante el primer y el segundo año de vida del bebé, explica Guarner. "Hasta ahora creíamos que la flora intestinal de cada individuo estaba determinada por la procedencia (y el entorno) y que era como una firma digital individual, no pensábamos que hubiese estos tres grupos comunes", reconoce. Los investigadores han analizado el microbioma de la flora intestinal de pacientes de España, Dinamarca, Francia, Italia, Japón y Estados Unidos, por lo que el investigador cree que ahora queda por ver si en estos grupos también encajarían las personas que viven en países menos desarrollados.
En las anteriores fases del proyecto, los investigadores averiguaron que el intestino humano está poblado por unos 10 millones de bacterias. Pertenecen a más de 1.000 especies diferentes, y la presencia o ausencia de algunas de ellas se correlaciona con enfermedades intestinales. Con los nuevos datos han visto que en cada uno de los enterotipos identificados predomina un tipo de bacteria diferente.
**Publicado en "EL PAIS"