Rahim tiene dos días de permiso y los va a aprovechar para intentar pagar una parte de su deuda al prestamista que lo ha denunciado y así poder salir de la cárcel.
Farhadi consigue que nos metamos en la piel de Rahim desde el inicio de esta historia. Una persona buena, templada, educada que ha tenido mala suerte con los negocios acaba en la cárcel. En ese permiso de dos días una buena obra acaba convirtiéndose en todo un sufrimiento para Rahim y su familia. Ya no solo está en juego su libertad también su honor. Y eso, para Rahim, es lo peor.
Una sociedad que responde al lema "por el interés te quiero, Andrés" se arrima a Rahim cuando parece que puede ser bueno para ellos estar a su lado. Da igual lo que quiera Rahim. Todos le aconsejan pero para su propio interés. Pero luego, cuando las cosas se tuercen nadie se pone del lado de Rahim. Ya nadie mantiene su mano tendida ni le aconseja. De hecho, le niegan. Parece que ni le conocen.
Muy reveladora esta historia. También por el papel que juegan en ella las redes sociales, lo que se vierte en ellas y que condiciona nuestra opinión.
Para reflexionar la conversación con el prestamista y la fundación que quiere ayudar a Rahim. ¿Acaso los que hacemos las cosas bien no merecemos un premio? ¿Por qué lo merece Rahim? Ha hecho un buen acto, ¿y los demás? Interesante....
Una película que no da tregua, con escenas costumbristas bellamente rodadas, con mucha naturalidad y cariño y Amir Jadidi está soberbio como Rahim.