Un hogar 10 sin esfuerzo: compaginando hogar y vida blogger

Publicado el 03 enero 2014 por Lou Perez @louretrohw
Uno de mis objetivos para este otoño/invierno es compaginar mi vida blogger y de maestra con las labores del hogar (que me encanta) sin obsesionarme ni sentir que estoy dejando a mi familia en un segundo plano. Cualquiera que tenga un blog sabe de lo que hablo, de las horas frente al ordenador, de la atención puesta en la foto perfecta, navegar otros blogs, leer, experimentar...
Mantener un hogar limpio y ordenado, con las comidas organizadas, sábanas y toallas limpias y algún toque de frescor es algo absolutamente posible sin necesidad de volverse loca, dedicar la mitad del día o gastarse un dineral.Aunque mi definición de hogar 10 y la tuya no sean exactamente la misma estoy segura de que los puntos básicos sí que coinciden, vamos a por ello?

Para mí lo más importante es que esté limpio por ejemplo, el polvo de las estanterías, el suelo, debajo del sofá, encima del zócalo de la puerta y demás yo lo veo como gérmenes, alergias y nido de pececillos de plata (ya sabéis, esos bichitos que de vez en cuando aparecen detrás de los muebles).
Para que esté limpio debe estar medianamente ordenado. Una técnica que me funciona muy bien es la del transporte: si estoy en un lugar de la casa y voy a otra habitación me llevo lo que pertenezca a la seguna habitación y ya hay un trasto menos. Los vasos de vino mientras miras una peli, si vas a la cocina por ejemplo, pues te los llevas y los pones en remojo o al lavaplatos (si tienes, que yo no tengo), cosas así.

También está eso de que me da una pereza horrorosa tener que decidir qué cocinar media hora antes de la hora de comer, y además quizás lo que tenga en la nevera/despensa no me inspire en absoluto. Es por eso que, en general, prefiero tener un plan de menús en el que pueda incluir pescados, carnes, verduras, hidratos y legumbres.
A veces, por no planear, no me alimento bien y no hace falta que suelte aquí una disertación sobre la necesidad de alimentarse correctamente.
Hacer un plan de menús me anima a ir a comprar una vez a la semana para productos secos o enlatados y un par de veces para los frescos. Sé cuándo y qué voy a comprar y eso me ahorra tiempo, dinero y me permite organizarme para otras cosas.

Luego está el tema de la cocina y el baño que son como mundos a parte, aunque un mantenimiento inmediato es cuestión de un minuto, pero hay que estar atento y tener un pelín de disciplina. Y cuando digo un minuto es exactamente así, además le he puesto ese nombre: "la regla de un minuto".
Si algo tarda menos de 60 segundos en hacerse, se hace inmediatamente, te doy ejemplos:- Enjuagar bien el lavamanos y pasarle un paño por ejemplo. - Recoger las pieles de patatas y zanahorias antes de lanzar las verduras peladas a la olla- Poner la cazuela en remojo antes de fregarla si no vas a fregar inmediatamente- Colgar y doblar la ropa justo después de sacarla de la secadora (o del tendedero)- Doblar las mantas del sofá antes de irme a la camaCosas así, cada una sabe lo que necesita. Porque la experiencia me ha demostrado que cuando comienzas a dejar cosas por en medio hay una fuerza mágica que acumula más y más cosas hasta que te da una pereza tremenda ponerte al lío.

Por supuesto tengo mis tareas diarias, mis tareas semanales y mis tareas mensuales, con un calendario para que no se me olviden las cosas. La verdad es que si sigo esta disciplina la casa se mantiene limpia, ordenada y en funcionamiento casi sin esfuerzo.
Entre las tareas diarias se encuentran barrer (tengo gatas y la aspiradora me la traerán los reyes), pasar el plumero, ordenar, hacer la cama, recoger ropa que ande tirada, limpiar la caja de arena de las gatas, bajar la basura orgánica, cocinar y fregar. Sin contar cocinar y fregar con el resto no tardo más de media hora y lo hago justo después de desayunar.
Las tareas semanales incluyen: baño a fondo, cocina a fondo, colada, plancha, cambio de sábanas, menú semanal, compra, limpieza a fondo de estanterías y muebles, bajar la basura reciclada y fregar suelos. Cada una de estas tareas consumen un tiempo diferente, la cocina es lo que tarda más, pero la colada se hace sola por ejemplo. El dia que toca colada también hago el baño, pero el día que toca plancha o cocina sólo hago eso.
Y luego una vez al mes sacudo a fondo alfombras y mantas, limpio los cristales, repaso las plantas y hago un inventario de esas cosas que no te pueden faltar como productos de limpieza, papel higiénico, productos de aseo y esas cosillas.

En total cada día uso una hora y media más o menos en tener la casa 10, con su mensual y su semanal cuando corresponda (sin contar cocinar y fregar los platos) incluídos. Que si toca hacer los cristales lo hago cuadrar con bajar la basura reciclada que es un minuto, ya cada una se organiza como le convenga.
Yo trabajo de 4 a 7 horas al día y tengo dos días libres a la semana, al blog le dedico de dos a tres horas al día. Eso significa que en total son de diez a doce horas entre la casa, el trabajo y el blog. Aún me sobran cuatro o seis para repanchingarme en el sofá, mirar una peli, salir a tomar un café o al cine, con la satisfacción de tenerlo todo hecho sin haberme vuelto tarumba. Además intento que uno de los dos días libres sea de descanso total (de casa y de blog).

Así escritas todas las tareas parece un montón, pero con una buena organización todo fluye muy bien: la casa está limpia, la ropa planchada y en su sitio, las comidas bien planeadas y aún tengo tiempo libre para hacer lo que me apetezca que en general será disfrutar de mi pareja o salir a tomar algo con algún compi.
Un buen sistema y organización, eso es lo único que se necesita... ah! y dejar la pereza de lado claro.
En otros posts explicaré mi rutina diaria, la verdad es que me ha costado lo mío encontrar la manera de que esté todo hecho sin gran esfuerzo, por eso creo que es de buen samaritano compartir mis trucos.
Gracias por leer!
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