Alexandra Tasker, que es la diseñadora del jardín, tenía claro lo que necesitaba para su jardín: un lugar donde su hijo pudiera jugar con libertad y que pudiera compartir con sus perros.
La privacidad era un aspecto importante, por eso se creó un muro de estuco, que divide el jardín y la vivienda de la calle, para conseguir esa seguridad para su bebe y sus perros.
Dentro del jardín también hay pequeños guiños a las experiencias que han vivido, tanto su marido como ella. El deck que recorre todo el jardín, es una alusión al río en el que solía veranear cuando era pequeña, mientras que las hierbas que crecen en el frente de la casa, hacen referencia a las que se pueden ver en Long Island, ya que el matrimonio es natural de Los Ángeles. Sus viajes a Italia, están representados por los limoneros y los olivos que se pueden encontrar en el jardín.
El jardín, se complementa con una zona donde poder comer, asentada sobre unas losas de Arizona y con unos muebles muy modernos que coordinan perfectamente con el jardín y la vivienda.
Aunque parezca mentira, realizar este jardín urbano en Los Ángeles, es fruto de innumerables fines de semana de trabajo, en total para conseguir el aspecto actual han necesitado unos diez años. Espero que lo disfruten durante muchos, muchos años más.
Fotos: Gardenista