Con el paso del tiempo y la división celular, los telómeros, se desgastan gradualmente. Un modelo experimental carente de la enzima telomerasa que produce los telomeros experimenta una atrofia progresiva de los tejidos, la pérdida de células madre, el fallo multiorgánico y un deterioro en la cicatrización. Sin embargo, en un estudio del Instituto del Cáncer Dana-Farber en Boston (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revista Nature, los autores muestran que la reactivación de la enzima ayuda a restablecer los telómeros, activa a las células en letargo para que comiencen a dividirse y revierte la degeneración de los tejidos en muchos órganos diferentes incluyendo testículos, bazo e intestino.
Los resultados muestran que además la reactivación de la telomerasa también revierte la neurodegeneración, desencadenando la proliferación de progenitores neuronales, la generación de nuevas neuronas y un mejor sentido del olfato.El estudio, dirigido por Ronald DePinho, indica que dadas las señales correctas, los órganos que están envejeciendo podrían ser capaces de dar macha atrás al relo' y revertir la atrofia asociada a la edad. Pero los autores advierten que aunque no se observaron tumores en el modelo estudiado, la reactivación o aplicaciones prolongadas de la telomerasa a edad avanzada podrían provocar la formación del cáncer.