El médico Federico Martinón Torres es miembro del grupo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de vacuna Covid y actualmente es Jefe de Pediatría del Hospital Universitario de Santiago de Compostela. Una de las vacunas Covid la vende Janssen. Y este año 2021 esta compañía le ha premiado dentro del "foro afectivo efectivo".
La cuantía del premio no aperece en la web pero es evidente que lo que se premia es que este doctor es un gran lobbista de la industria farmacéutica y en concreto uno de los que más presionan para la introducción de más vacunas en los calendarios (sean necesarias, efectivas y seguras o no).
Compañías farmacéuticas como Merck, Sharp and Dohme (MSD), protagonista de esta noticia que a su vez financia a la OMS. En 2015 fue la cuarta que más dinero puso, según la propia OMS.
En abril pasado Martinón, contaba que el ensayo de la vacuna Janssen iba a realizarse en unos 600 adolescentes de entre 15 y 18 años de todo el mundo.
Nosotros ya tenemos todo listo para empezar", afirmaba Martinón en referencia al centro en el que trabaja.
En el caso de Janssen, los estudios que se hacen en niños de hasta cinco años. En el caso de Pfizer, hasta el lactante, sostiene el médico. Y eso que como reconoce él mismo:
La enfermedad clínica en los niños es muy excepcional. Probablemente se infectan igual que los adultos, pero se defienden mucho mejor".
¿No sería entonces lo sensato no hacerles correr riesgos con un fármaco experimental? Supongo que lo que hay que hacer es el abrirle el negocio a quien te premia. Lo que hacen Martinón (y otros) es cobrar de los laboratorios cuyos productos promocionan.
Y se han publicado cifras concretas, muy abultadas por cierto. Este médico cobró casi 100.000 euros de los fabricantes Pfizer y GSK entre 2017 y 2018. Pfizer, como sabemos es otra de las compañías con vacuna Covid en el mercado. Son datos de las propias farmacéuticas. Menudo premio también.
Martinón es uno de los fijos en los actos de promoción de vacunas organizados por entidades como la Asociación Española de Vacunología (AEV), casi siempre bien financiados por los fabricantes de vacunas.
También ha paticipado en documentos de consenso sobre el uso de una vacuna, como por ejemplo la del papiloma humano que, como nacía con polémica necesitó del impulso de un buen montón de sociedades en apariencia científicas, pero también ligadas, por lo general, a los fabricantes.
Vaya, lo escrito, que lo que aquí se premia son los servicios prestados.