El Servicio de Anatomía Patológica del MD Anderson Cancer Center Madrid, en colaboración con un grupo varios grupos del Departamento de Bioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid y del Instituto de Investigaciones Biomédicas “Alberto Sols” (centro mixto de la UAM y el CSIC, Centro Superior de Investigaciones Científicas) dirigidos por las Dras. Amparo Cano y Gema Moreno-Bueno, han logrado demostrar la participación de la proteína LOXL2 (Lisil oxidasa-like2) en la diseminación de la metástasis en los carcinomas basales de mama.
Los carcinomas de mama son un grupo heterogéneo de tumores que comprenden varias entidades clínicas con diferencias importantes en el pronóstico, tratamiento y respuesta terapéutica. Los carcinomas basales constituyen un subtipo muy agresivo de tumores de mama, de mal pronóstico, con metástasis viscerales y desarrollo de resistencia a la quimioterapia. A diferencia de otros subtipos tumorales, los carcinomas basales frecuentemente son de triple negativo, es decir, carecen de receptores hormonales, así como de sobreexpresión del oncogén Her2, por lo que en la actualidad todavía no existen dianas terapéuticas específicas, lo que dificulta en gran medida su tratamiento. “Por esta razón, muchos grupos de investigación oncológica buscan identificar dianas y detectar nuevos marcadores en este tipo de carcinomas”, indica la Dra. Gema Moreno-Bueno, coordinadora del Laboratorio de Investigación Traslacional del MD Anderson Cancer Center Madrid.
El estudio, llevado a cabo en colaboración con los servicios de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y del Hospital Universitario La Paz de Madrid, ha sido publicado por la Dra. Amparo Cano y Gema Moreno-Bueno, del departamento de Bioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid y del Instituto de Investigaciones Biomédicas “Alberto Sols”, en la revista EMBO Molecular Medicine1. En él se analiza la expresión y función de la proteína LOXL2 en carcinomas de mama de alto grado, demostrando que se encuentra incrementada específicamente en los carcinomas de fenotipo basal.
“Es interesante destacar que nuestra investigación reconoce como el incremento en la expresión de LOXL2 intracelular se asocia significativamente con el subgrupo de carcinomas basales que desarrollan metástasis a distancia”, concreta Moreno-Bueno. Además, estudios complementarios en modelos celulares in vitro han confirmado la sobreexpresión de LOXL2 intracelular en células de carcinomas basales y demuestran su participación en la regulación negativa del fenotipo epitelial y su papel activo en la invasión y metástasis.
“De esta forma, estos datos vienen a demostrar que la proteína LOXL2 puede ser considerada a día de hoy como un nuevo marcador de un sugrupo de carcinomas basales de mama con capacidad metastásica, complementando y ampliando estudios recientes de otros grupos que describen la expresión de LOXL2 en carcinomas de mama, sin especificar el subtipo tumoral”, avanza la especialista del MD Anderson Cancer Center Madrid.
Los grupos de las doctoras Cano y Moreno-Bueno han trabajado durante los últimos años en la caracterización de nuevos marcadores de malignidad tumoral. En concreto, su trabajo se ha centrado en el análisis de factores implicados en el proceso de Transición Epitelio-Mesénquima (TEM), un evento clave para la invasión y la metástasis de carcinomas.
A lo largo de estos años, el grupo de la Dra. Cano, en colaboración con el Dr. Francisco Portillo del Departamento de Bioquímica de la UAM y otros grupos, ha descrito varios factores de TEM como marcadores de malignidad tumoral, como los represores transcripcionales de la familia Snail. El grupo de la Dra. Cano y el Dr. Portillo demostró que la LOXL2 controla la funcionalidad del factor de transcripción Snail1 y colabora en procesos de TEM y de malignidad. Estudios previos del grupo, también permitieron identificar a la LOXL2 como un marcador pronóstico de carcinomas escamosos de laringe.
Todos estos datos apoyan la utilidad de LOXL2 como un nuevo marcador pronóstico en diversos tipos tumorales humanos, lo cual abre el camino para su futuro estudio en la clínica. En particular, abren nuevas perspectivas para su utilización como potencial diana terapéutica para bloquear el proceso metastásico en carcinomas basales de mama, pudiendo contribuir a combatir este agresivo tipo tumoral. “Es evidente que se necesitan estudios adicionales para confirmar a corto-medio plazo la aplicación de estos resultados a pacientes con carcinomas de mama, pero las expectativas sobre este descubrimiento permite mantener latentes las esperanzas”, finaliza la Dra. Moreno-Bueno.