La precaria educación sexual impartida en los colegios es un problema que se repite en muchos países del mundo. Es por esto que muchas asociaciones y personas individuales deciden utilizar otros medios para aportar sus conocimientos y tratar lo que no se habla en las escuelas. Es el caso de Anna Weddle, una diseñadora que ha creado un proyecto llamado "Wait" en el que muestra el lado realista de la sexualidad, priorizando uno de los aspectos más preocupantes en los jóvenes: el consentimiento.
Se trata de un packaging de preservativos que busca concienciar sobre el significado del "no" en las relaciones y fomentar el respeto cuando una de las partes prefiere esperar para tenerlas. El packaging lleva frases como "sí significa sí" o "me duele la cabeza significa no" entre otros ejemplos. Además, sirve para protestar sobre la situación de Estados Unidos sobre las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados, así como la poca enseñanza sobre el consentimiento en los colegios.