Mis editores de Baile del Sol –Ángeles Alonso y Tito Expósito- comenzaron 2013 con una nueva iniciativa en su blog: cada día pretenden colgar el poema de un autor vinculado a su editorial. Para el día 59 del año eligieron un poema mío, del libro Siempre nos quedará Casablanca, el titulado A oscuras soñándonos, que pertenece a la primera parte del poemario, titulada Días de cine (mi particular homenaje al mundo de las películas). A oscuras soñándonos lo considero un poema atípico dentro de mi producción, ya que mis composiciones poéticos casi siempre parten de una anécdota concreta e individualizada, y en cambio este poema fija su mirada sobre una acumulación de días.
Dejo aquí el poema (en el blog de Baile del Sol, AQUÍ):
A OSCURAS SOÑÁNDONOS
Fuimos al cine, como tantas veces
fuimos al cine, con nuestros carnets
falsos de estudiante, acumulando
tarjetas selladas (cada diez películas una gratis)
o estirando las monedas ganadas
en dudosos premios literarios, en las salas oscuras,
igual que niños de la posguerra, de la poscrisis,
del neoliberalismo. De todos los momentos
posteriores o demasiado nuevos,
cuando ya no había posibilidad
de reconstruir los caminos equivocados,
los puentes rotos, cuando habíamos decidido
abandonarnos dulcemente pálidos,
vivirnos en las vidas de otros,
con grandes guiones, a veces escasos presupuestos
y hermosas ideas, donde los gestos honorables
tenían cabida e incluso recompensa,
películas de Adolfo Aristarain, de Ken Loach...
emocionaban, la vida te hacía más sabio
y no más amargo en el cine.
Allí a oscuras, solos, soñándonos.