Un preludio: La Música del Vi

Por Jgomezp24
Se trata de una de esas contraprogramaciones que acaban formando parte habitual y natural de la programación al amparo de la que nacen. Sin La Música del Vi de Vila Viniteca, Alimentaria e Intervin no serían lo mismo. Suena casi a paradoja pero así lo veo ahora. Más de 3500 personas habían solicitado y obtenido la acreditación y el octavo movimiento de Vila reunía a más de 120 bodegas en la Casa de la Llotja de Mar. Una cohabitación muy compleja, a pesar de la extraordinaria sala gótica de contratación de la Llotja y del desahogo que representa su patio. Ni a primera hora parecía posible beber con calma los vinos y charlar con sus productores.
A pesar de todo, mi pequeña crónica de vinos de esta semana encontró algunas cosas que destacaron sobremanera. Vaya por delante: me pareció imposible probarlo todo, por una parte. Y no soporto dar o recibir codazos por una copa de vino. Así las cosas, este año he elegido en función de algunas bodegas que me apetecía mucho seguir en su evolución y, también, en función de los huecos que se iban abriendo alrededor de las mesas. Por orden alfabético, mi breve lista de ayer anotó: nunca había probado un 4Kilos de 4Kilos Vinícola (VdT de Mallorca, Felanitx) tan fresco y generoso como este 2012. Y digo, sin rubor, que uno de los mejores vinos que he bebido en esta sesión es el Motor 13, un fogoneu monovarietal (tal como lo leen) del que hay pocas, muy pocas botellas, que me ha parecido de una fragancia casi borgoñona y una facilidad en el beber desbordantes. Impresionado quedé.
Alemany i Corrió, en la DO Penedès...andaba detrás de su Despullat 2012 pero hoy he estado de suerte: Laurent había sacado una muestra de barrica del Despullat 2013. Una cariñena monovarietal del Garraf de cepas de 70 años que me ha dejado sin respiración. Violetas, frambuesas, tensión y potencial enorme junto con fruta, mucha fruta para un vino hecho con un 75% de raspón y sin sulfitos añadidos. Sigan ustedes a esta pareja... De Álvaro Palacios (DOQ Priorat), me ha encantado su Finca Dofí 2012, un vino para muchos años, casi monovarietal de garnacha, que es puro caramelo (como decía Oriol) de fruta madura y concentrada, fresca y, sí, ácida. De Cal Raspallet Viticultors, (DO Penedès), Improvisació 2012: como muy bien apunta Enric, no es la segunda marca de la casa, es otro vino y en 2012 un vinazo de xarel.lo, con maderas de tres años distintos, algo de cemento, ya sin mareo de lías (la fruta del 2012 es muy intensa y no le hace falta más) y mucha flor de tilo y calidez en boca, no exenta de un grato posgusto herbáceo.
Una de las gratas sorpresas del 2011 en la DOQ Priorat: De Clos Erasmus, Laurel 2011. Para Daphne no fue año de Erasmus y la fruta que estaba en grandes condiciones (a mí, digan lo que digan, 2011 me parece un año de gran interés en la DOQ) fue al Laurel. El mejor de su historia. Sin más. No se lo pierdan, por favor. Otro de los grandes, con toda la música y la sencillez de Elisa y Enrique: de Domaines Lupier, El Terroir 2010. Si La Dama 2010 es volumen, curvas, raso, sensualidad y dulzura, El Terroir (uno de mis preferidos entre todos) es tierra, frescura, limpieza, verticalidad, austeridad, buqué único. Un vino para comprar ahora y para disfrutar ahora mismo y en muchos años. Una gran garnacha. Por palés.
Y para terminar, dos tesoros bien conocidos de los amantes del buen vino. Pero no por ello menos tesoros...: de Roberto Voerzio, su Barolo La Morra 2004; y de Château Tertre-Rotebeuf (Saint-Émilion), su Tertre-Rotebeuf 2006 (80% merlot, 20% cabernet franc), dos clásicos en dos grandes añadas (sobre todo el primero), máxima expresión (aunque no se lo crean los detractores del merlot) de seriedad, austeridad, longevidad y tipicidad, rústica y amablemente agreste. Mañana o pasado, más, ya desde Alimentaria.
Vaya, otro post sin fotos...