En este post nos vamos de viaje, nos desplazamos a Cataluña, mas concretamente a Santa Pau, en la provincia de Gerona, zona de bellísimos paisajes, donde el campo se convierte en un entorno privilegiado que evoca la serenidad propia de la naturaleza.
Dentro del parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa, encontramos Mas Can Batlle, una casa solariega con mas de mil años de historia, cuyo alojamiento se convierte en una propuesta de lo mas sugerente, no solamente por el entorno privilegiado que le rodea, sino por la esencia de sus interiores, donde se fusionan épocas y estilos, tratados con gran exquisitez.
Nació como cabaña de pastores, la cual han habitado pastores, villanos y señores, creciendo y evolucionando hasta convertirse en lo que es ahora, una masía remodelada, donde se ha conservado la estructura inicial, con la fachada cubierta por una piedra ancestral que recuerda a la vida y tradiciones de antaño.
Fusiona elementos de antes con otros actuales, un valor añadido a sus espacios, donde estos están cuidados al detalle, invitando al relax y acercándonos a un estilo de vida mas propio del S.XXI que de la fecha que data la construcción, pero conservando su esencia originaria.
Cuenta con cinco suites, todas ellas transmiten calidez y confort, ofreciendo todo tipo de comodidades que te hacen sentir como en tu propia casa. Detalles como velas, colchones y cojines mullidos, sábanas de algodón, chimeneas, piezas exclusivas y magnificas vistas al jardín y los campos aguardan al visitante, sorprendiéndole y mimándole a lo largo de su estancia.
La decoración es diferente en todas las habitaciones, pero predomina la sencillez, apostando por la pureza de las líneas simples y los tonos neutros en unas estancias y dotando de una dosis de energía extra a través del color en otras, utilizando materiales nobles que embellecen los rincones de todas ellas, así como muebles recuperados que ponen esa nota de valor y distinción.
Además de las suites, cuenta con una recepción, una pequeña biblioteca, un comedor con chimenea de leña, una salita de juego y una zona de buffet con bar, interiores con el sabor del pasado impregnado en su decoración a través de piezas y accesorios que hacen de esta casa un lugar especial en el que han trabajado poco a poco por acondicionar y dotar de exclusividad en diseño desde el año 2004.
En los meses de verano abren la piscina, un escenario idílico donde desconectar y dejarse abrazar por la naturaleza y el paisaje catalán, una alternativa de lo mas interesante para estas vacaciones si buscamos relax y desconexión con una amplia oferta de servicios culturales en la zona.
¿Qué os parece esta antigua construcción de estilo bucólico? ¿Y la decoración de sus interiores? Lo encontraréis dentro de la sección de hoteles Ruralka.
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