"Esta vez un óleo, una obra del pintor flamenco Hugo van der Goes, la Adoración de los reyes que se encontraba en el monasterio gallego de Monforte de Lemos, acabó en Alemania después de que ésta pagara una muy sustanciosa cantidad de dinero. Todo empezó porque la orden religiosa de los escolapios, del monasterio de Lemos en Lugo, requería de unos medios económicos de los que carecía para tratar de evitar el derrumbe de su colegio. Los religiosos solicitaron el dinero para las obras al duque de Alba, también conde de Lemos, negándose éste a esa donación. La situación obligó a que los jesuitas, con su proverbial ingenio, recordaran entonces que en el monasterio existía un cuadro valiosísimo del famoso pintor flamenco.
Este lienzo había sido donado al monasterio por el cardenal Rodrigo de Castro a fines del XVI. Así que, los escolapios, decidieron tranquilamente vender el cuadro para obtener el dinero necesario para la rehabilitación. Debían, eso si, pedir antes permiso al duque de Alba. Éste lo autorizó, pero con la condición de que el gobierno español debía ser el primero en recibir la oferta de venta. Por aquellos años, 1908, el ministro correspondiente -Instrucción Pública- era nada más y nada menos que el inefable conde de Romanones. Éste recibió la oferta, y argumentó que el Estado no podía adquirirlo, que carecía del dinero, ¡y esto a pesar de ser Romanones miembro de la Academia de San Fernando!
El museo de Berlín, a principios de siglo, era muy activo en conseguir obras de grandes maestros, allá donde fuese. En 1903 habían conseguido ya la Adoración de los pastores de Van der Goes, y los alemanes se habían propuesto obtener como fuese el óleo de Monforte, al precio que fuese. Fue todo un entramado llevado casi en secreto, tratando de evitar que los americanos -buitres del arte- se enterasen de nada. Se llegó hasta organizar una subasta en Madrid en 1910, en donde todo aquel que no fuese el Museo de Berlín no pudiese pujar. Así que los escolapios empezaron a embalar el cuadro para hacer la entrega, cuando otro nuevo ministro, que había cambiado recientemente, Julio Burrell, ordenó incautar el cuadro. Pero, otro atentado, el asesinato del entonces presidente del gobierno Canalejas cambió el gobierno y puso a Romanones a la cabeza del mismo, anuló la incautación y entregó el cuadro a los alemanes. Salió del puerto de Vigo hacia el museo berlinés, días antes del robo de Santa Cruz. - ¿Cuánto pagaron los alemanes por el óleo de Van der Goes?- Algo más de un millón de marcos. "
(Óleo Adoración de los Magos, 1475, de Hugo van der Goes, pintor flamenco (1440-1482), Museo de Berlín).
(Extracto de la novela "El Tríptico", relato histórico basado en el robo de un cuadro renacentista en España a comienzos del siglo XX.)