Un rincón de paraíso en Mallorca
La naturaleza y un estilo de vida relajado inspiran esta casa abierta al paisaje. Pensada para vivir al aire libre, su interior destila calidez gracias a los tonos claros y los materiales naturales.El paraíso dentro del paraíso. Así define Rafael Danés esta casa... y el flechazo que sintió al verla hace cinco años. “Me enamoré primero del paisaje”, de este rincón del sureste de Mallorca, uno de los mejores preservados de la isla, donde decidió crear su paraíso particular.“La construcción ya existía, pero la reformé a fondo para convertirla en la casa que había soñado. Mi idea principal fue que la vivienda se integrara en el paisaje y que todas las estancias disfrutaran de las vistas al máximo. Cualquier ventana enmarca algún elemento precioso”. El magnífico porche donde Rafael prepara la mesa resume las líneas maestras que guiaron la decoración de la casa. “Busqué ambientes cálidos, con un toque orgánico, basándome en el color arena claro de la piedra de Santanyí”. Sobre este fondo, Rafael seleccionó mobiliario de madera y fibras naturales y eligió unas cortinas muy especiales: “Todas son sábanas de lino antiguas que he ido adquiriendo en tiendas de almoneda. Si te acercas a ellas, verás que tienen las iniciales bordadas de sus antiguos propietarios. Es mi sutil homenaje a las grandes casas y sagas familiares de la isla”.En el porche se sitúa el comedor exterior, con una mesa de cuatro metros y un estar con dos sofás. “Las veladas aquí son una delicia. Justo enfrente está el pueblo de Cas Concos y el campanario iluminado de la iglesia de Sant Nicolau es como una lamparita que ilumina la noche”, señala Rafael.Aunque la casa está concebida para disfrutar al aire libre, el confort interior no se descuidó. La estancia más amplia acoge el salón y el comedor, donde “el arena claro y el blanco roto de los textiles difunden una luz alegre y relajante al tiempo”, comenta Rafael. Una puerta de doble hoja da paso a la cocina. “La hicimos corredera y acristalada, así abre o cierra según convenga, y siempre
deja pasar la luz y las miradas”.En la planta superior destaca la suite principal. Con una romántica chimenea, disfruta de dos terrazas, una cubierta y otra descubierta. Desde esta última Rafael señala hacia el sur donde se divisa el perfil de la isla de Cabrera. Rafael siente orgullo por esta casa, que también alquila en verano. “Cuando has pasado un par de días aquí, ves la vida de otra manera. Es una descompresión total, olvidarse del estrés y de los problemas. Esta casa crea un estado de ánimo especial”.En la decoración de la casa participó la empresa
Copper House Living.