Una pasadita rápida con la lija es muy aconsejable para "matar" el brillo del barniz...,
..., y que así agarre mejor la pintura, a la tiza, en este caso. Al ser un asiento tan curvilineo, lo hemos pintado íntegramente con brocha.
Tras una mano, su aspecto aun dejaba mucho que desear...,
..., y tres fueron necesarias para que quedar completamente a nuestro gusto.
Este silloncito se iba de vuelta a Sevilla, pero nos gustó mucho cómo encajaba en este rincón...,
..., en el que, realmente, no había nada con anterioridad...
Total... ¡que allí se ha quedado!
Mientras no estemos allí, sostendrá, en vez de unas posaderas..., las plantas que decoran la terraza durante el tiempo estival (se dejan ver allí en la foto anterior a ésta...). Y forman tan buena pareja que no hemos querido dejar de compartir la foto con vosotros. Esperando que os guste, solo nos queda desearos un