Cada vez la familia blogueril se hace más pequeña, y es triste entrar en blogs que seguía y ver que la última entrada es de hace un montón de tiempo, y ya más triste es ver que se trata de un post de despedida, y peor todavía si cabe es intentar encontrar uno y ver que ha sido eliminado.
Tras plantearme varias veces el si cerrar este o no, sobre todo por el uso que le doy a instagram y otras herramientas del estilo, más rápidas y directas, he llegado a la conclusión de que forma parte de mí y así como uno no quema el vídeo de su comunión tampoco voy a mutilarme borrando esto.Y para eliminar este aura de negatividad que me acecha, os contaré que he salido en un videoclip. Os pongo ahora el enlace y así podréis ver que la chica que sale mucho? No soy yo. Y la siguiente que aparece bastante? Tampoco soy yo. Y la de barba? Tampoco. Y es que he descubierto que no valgo para salir en vídeos. Una serie de tics nerviosos de los que no conocía su existencia hacen mella en mí, acrecentándose al disminuir la distancia entre la cámara y mi persona, además del síndrome de rotación espalda vs objetivo, pero ese ya es un tema que abordaremos otro día. O no. Aun así, que sepáis que ya me han llamado para salir en otro eh.