Este viaje empieza hace unas semanas, un día hablando con mi amigo Rafa de Córdoba, me comento que cuando iba a ir a visitarle y como a mí no me gusta viajar, empezamos a barajar la fecha más idónea para ir a visitarle y quedamos que la mejor semana era del 7 al 11 de noviembre.
Después de saber la fecha y el destino, empecé a organizarme el viaje, para hacer visitas a la gente de la zona que conozco para intentar vernos, es una cosa que me encanta el poder estar en contacto con otros pacientes y conocer sus inquietudes sobre la enfermedad, que muchas veces de esas conversaciones, salen ideas para artículos de las diferentes secciones.
Y llego el día de tomar rumbo hacia el sur, en vez de irme el lunes 7, decidí irme el domingo 6 para comer y pasar la tarde con una maravillosa persona como es María, que además es colaboradora del blog.
Y allí me plante para comer con ella en Doña Mencía, un pueblo cordobés de la comarca subbética, aprovechando el encuentro con ella, le hice entrega de dos regalos uno por colaborar con este blog y otro por ser una magnífica amiga. Conversamos mucho sobre nuestros proyectos personales, también tuvimos nuestro rato cabezonería ambos, me enseño su pueblo, que aunque ya estuve unos días en su pueblo en verano no pudo enseñármelo, conocí a su perrita Teki que es un amor y pasamos una tarde muy agradable.
Después de estar con María, continúe mi rumbo hacia Torrox, que es donde está viviendo Rafa por compromisos laborales para pasar la semana con él, una semana que no paramos de hacer cosas, como ir a visitar Nerja, Frigiliana, que me enseñara Torrox costa e ir a Málaga, ponernos al día de nuestras cosas, que probara mis platos estrella cuando llegaba de currar y también tuvimos una gran dosis de risas, humor y buenos momentos, fueron unos días increíbles con un gran amigo que le conozco desde hace 10 años y al que le tengo un gran aprecio.
Pero este viaje no acaba aquí tan pronto, en esa semana el martes por la mañana, quedé con nuestra nueva madrina del blog, que es Nerea una gran Mito guerrera, una gran luchadora a la que queremos, admiramos un montón y que ya muchos de vosotros la conocéis, por movernos con ella en verano, para que consiguiera una furgoneta adaptada.
Fui a su casa y nos fuimos a recoger a María, si la misma con la que pase el día el domingo, ya que aprovechamos su visita al dentista para vernos y pasar la mañana juntos en el parque de perros “Guau Guau” de Fuengirola con los perros de Nerea.
El jueves aprovechando que Rafa tenía un curso en Málaga, aproveche para pasar la mañana con Nerea pasar la mañana con ella y ayudarla a realizar unas cosas en casa e ir al parque de perros que hay en Málaga con Alba, trabajadora de ASPAYM Málaga, que ayuda a pacientes de esta asociación para realizar cosas que necesiten hacer en su día a día.
Después de la magnífica mañana que pase con ellas, llego la hora de ir a comer con el gran Félix, con el que aprovechamos para echarnos unas risas, contarnos como nos vas y actualizarnos de nuestras vida, comimos en un vegetariano situado en la plaza de la Merced que os lo recomiendo que vayáis, que se llama “Cañadu”, el cual al pedir la comida se me fue de la cabeza que era un vegetariano y le pedí la hamburguesa bien hecha, porque no me gusta ver la sangre cuando la como, a lo que me percate cuando me la trajeron, que como iba a sangrar, sino era de origen animal.
Ya habiendo estado con los malagueños, llego la hora de partir de la provincia de Málaga y poner rumbo hacia Sevilla el viernes, para pasar el fin de semana con Silvia, una compañera de fatigas desde hace no mucho tiempo, y está en un periodo de adaptación de la enfermedad, que poco a poco lo está aceptando con un poco de colaboración. Una persona llena de vitalidad, energía y que aunque nos piquemos hasta el punto de llegar a enfadarnos con el otro, eso si la vida seria muy aburrida sin estos piques, pero te tengo que decir que tienes un gran corazón.
Me hizo pasar un verdadero fin de semana sevillano o eso me quiso vender ella. Dimos un poco de visibilidad a las EII con nuestras respectivas sudaderas de nuestras enfermedades intestinales.
Fuimos a un concierto de bandas de agrupaciones que acompañan a algunos pasos religiosos, para recaudar fondos para el centro de estimulación precoz de la Hermandad del buen fin y nuestra señora de la palma coronada.
Antes de volver a Madrid, hice una parada técnica para comer en Córdoba y volver a reencontrarme con Rafa, Mari su mujer y con su encantadora además de gamberrilla hija.
Para terminar quiero daros las gracias a todos por los buenos ratos que me habéis hecho pasar, por demostrarme tanto, enseñarme tanto todos y sobre todo por soportarme estos días durante mi estancia a vuestro lado.
Javier Rojo Hermira.