Pocas veces una boda nació con el estilo claro y definido. Elena y Jose, una catalana y un murciano, tuvieron clarísimo desde el primer momento que querían una boda de estilo mediterráneo en honor al mar que les une. Se dieron el “sí quiero” a escasos metros de playa, con el ir y venir de las olas como improvisada música de fondo. Elena escogió para la ocasión un imponente vestido de Pronovias, que complementó con una tiara y un cinturón de India Tiaras y Tocados. ¡Estaba preciosa! Y como no hay nada más mediterráneo que el olivo, en su ramo, de estilo desestructurado, predominaban sus características hojas verdes. ¡Un olé por las chicas de Estudio Sauvage!
Jose no quiso olvidarse de los suyos y de su tierra, así que diseñamos un rincón huertano donde los invitados podían llevarse frutas y verduras, muchas de ellas traídas especialmente desde Murcia para la ocasión. Siempre es un éxito hacer un guiño a la tierra de los invitados, nunca fallan estos detalles. Porque son personales y porque a todos nos hace ilusión encontrar un trocito de nosotros allá donde vamos.
Para la cena, los novios se decidieron por una combinación de mesas alargadas y redondas, cuyos nombres eran lugares especiales del Mediterráneo. Cada vez que recordamos lo bonita que quedó la mesa presidencial… ¡Ay! Caminos de verdes, flores azules y blancas y limoncitos para dar un toque de color.
En definitiva, una boda preciosa, puramente mediterránea y en la que además coincidimos con buenas amigas como María Cano o La Txina, ¡un beso grande, chicas! En fin, que no nos enrollamos más. Os dejamos con los fotones de Keisy and Rocky. ¡Qué los disfrutéis! Casi oímos a Serrat cantando: Cerca del mar, porque yo… Nací en el Mediterráneo…