Existen esos momentos en los que de repente buscamos un refugio donde desconectar de la intensidad semanal, otros en los que nos inspira una escapada romántica y esos en los que buscamos algo diferente, atemporal y con un encanto casi de ensueño. Pues …¿y si lo juntamos todo en uno? ¿Y si encontramos ese refugio ideal para cargar las pilas en mitad de la naturaleza, con ese toque vintage, casi de cuento? Una cabaña idílica y delicada con la que dar la bienvenida al otoño.
Ese es el rincón con el que hoy vamos a empezar el día. Un lugar casi irreal, con un aire de película, (postre, porche y manta de la abuela incluida) que nos traslada a una película años 50, con Doris Day cantándonos un soniquete celestial.
Rodeados de un toque vintage y muy delicado, se plaga de color, mezclando la madera, la loza y en su interior la funcionalidad perfecta y actual.
Jugando con la luz, los colores pastel, o los estampados mas sencillos para tapizar y únicamente destacar con flores o mantas llenas de calidez.
¿No os parece perfecta para viajar en el tiempo y dejarnos relajar?
Y ahora permitidme que os pregunte… ¿que os ha parecido la funda de ganchillo para la tetera? Ah, ¿que no la habéis visto? Pues que quereis que os diga, pero me parece de lo mas entrañable.
Si existen para tazas, pues no te pierdas algunos de esos modelos para este invierno.