Komorowski debería estar preocupado porque las denominadas buenas fuentes cada vez más a menudo afirman que a Donald Tusk de hecho no le interesa la victoria de Komorowski, que hasta preferiría su derrota porque ésta colocaría a su partido en una situación mejor de cara a las elecciones generales del próximo año. Komorowski al ejercer como jefe de Estado y presidente del Sejm se mueve por un campo minado. Las decisiones que tiene que tomar no le permiten atraer a partidarios nuevos. Su oportunidad es la política exterior. No obstante, su visita a Moscú, Smolensk y Katyn fue ‘tapada’ en gran medida por el discurso de 3 minutos de Jaroslaw Kaczynski dirigido a los rusos porque a su consecuencia los polacos y los rusos vieron de repente que Kaczynski no tiene por qué ser un rusófobo peligroso.
Tampoco tienen suerte en esta campaña quienes se presentaban a sí mismos cómo los que podrán echarla patas arriba y causar la mayor sorpresa dejando atrás a los tapados de Komorowski y Kaczynski. Grzegorz Napieralski (SLD) ha querido ganar peso político gracias a esta campaña. No obstante, está amenazado de que le pongan fuera de combate. La falta de un apoyo real de parte de Aleksander Kwasniewski y bajas notas en los sondeos vaticinan un resultado final flojo y la pérdida del poder en la SLD. Andrzej Olechowski a su vez puede perder definitivamente su fama de hombre providencial que, si quiere, puede cambiar totalmente la política polaca. Los tres millones de votos (un 17%) que obtuvo en 2000 parecen hoy un sueño inalcanzable. La situación de Waldemar Pawlak es parecida. En su publicidad electoral Pawlak trata de persuadir de que la economía polaca se desarrolla tan bien precisamente gracias a él pero ¿quién se lo va a creer? Es posible, por tanto, que para estos tres candidatos la salida de honor sería dar su apoyo a uno de los dos principales candidatos (léase: a Komorowski) y retirarse de la carrera incluso antes de la primera vuelta.
El ganador de las primeras semanas de esta campaña es sin duda alguna Jaroslaw Kaczynski. Ha vuelto a demostrar que es un rival serio y de peso. No obstante, si efectivamente gana estas elecciones, ¿sería para él una auténtica victoria? Es verdad, asumiría la presidencia del estado pero ¿a quién le dejaría el partido? ¿Cuánto tiempo podría existir PiS sin Kaczynski?
"Komorowski cada vez más débil pero sigue como líder" RZECZPOSPOLITA, (Polonia), artículo de Jaroslaw Strozyk
La diferencia entre Komorowski y Kaczynski se reduce hoy a 13 puntos, se desprende de un reciente sondeo realizado por el centro GfK Polonia. El candidato de PO recibe un 41% de los apoyos y el candidato de PiS un 28%. No obstante, a lo largo de las últimas dos semanas Komorowski ha perdido 6 puntos porcentuales y Kaczynski ha ganado 2. (En una eventual segunda vuelta Komorowski recibiría un 53% y Kaczynski un 28%).
Es una tendencia muy peligrosa para el candidato de PO. Al candidato de PiS le favorece el cambio de su retórica y el haber enseñado una cara nueva, mucho más bondadosa y simpática. Kaczynski cada día va ganando nuevos partidarios.
Los demás candidatos no cuentan. Con tan solo un 2% de los apoyos Andrzej Olechowski ha perdido su tercer lugar a favor de Grzegorz Napieralski (un 4%).
El 16% de los encuestados no sabe aún a quién apoyará.
El partido de Donald Tusk sigue liderando los sondeos de intención de voto pero su ventaja sobre Ley y Justicia va disminuyendo. En las últimas dos semanas PO ha ganado 2 puntos (tiene ahora un 45% de los apoyos) pero PiS ha ganado 4 puntos y tiene ahora un 36% de los apoyos que es su mejor resultado desde 2005.