El Estudio Minim, con Agnés Blanch y Elina Vilà al frente como interiorista y jefe del proyecto, se encargaron de transformar esta vivienda tan particular, situada en un edificio típico del Ensanche Barcelonés, con la dificultad de convertir la antigua sede de la Editorial Icaria en una vivienda actual respetando al máximo los elementos estructurales modernistas que la caracterizan y con la idea que una vez terminadas las obras, aquello pareciera que sólo se había pintado y amueblado con piezas contemporáneas y realizadas en materiales nobles.
Se han respetado los techos altos de mas de 4 metros de altura, con sus maravillosos rosetones y molduras originales, las vidrieras emplomadas de las puertas con el abanico de colores que proyectan, las contraventanas y ventanas con sus antiguas fallebas y desnudas de cortinajes para lucirse, las baldosas hidráulicas que recorren toda la casa y que a mí me han cautivado especialmente por su forma exagonal, por la mezcla de tonalidades, y por esa especie de flores que componen.
Si queréis saber más y ver el resto de la vivienda podéis visitar la web de la revista micasa, merece la pena la visita!