Una casa muy vivida en medio de la ciudad

Por By Nela @bynela


La planta estrecha y alargada de esta casa fue un reto para la interiorista Lupe Rebollar. Gracias al uso del cristal y las puertas correderas, consiguió sacar partido a los escasos 60 m2 de cada planta.

Quién ha dicho que vivir en la ciudad es pisar asfalto y renunciar al verde de un jardín? En esta casa del barrio barcelonés de Sarrià vive una pareja con su bebé, encantadísimos con su pequeño “trocito de campo” en la ciudad. “Las casas de este barrio suelen ser como las de pueblo, con un patio interior con jardín y una terraza en la planta superior. Su única pega es que son pequeñas, estrechas y largas, por lo que hay que planificar muy bien el espacio”, comenta Lupe Rebollar, responsable del proyecto de interiorismo.

Una superficie de 60 m2 por planta ha exigido una distribución estudiada. La planta baja se ha dedicado al salón comedor y a la cocina. Para evitar el efecto “tubo”, esta última se ha aislado con un cerramiento acristalado que se abre al comedor con unas puertas correderas. “Ha sido la manera de integrar los tres espacios, manteniendo la independencia de la cocina y potenciando la luminosidad con las cristaleras superiores”, apunta la interiorista.
El salón comedor, a su vez, se puede aislar del recibidor con otra puerta corredera acristalada.


Esta obsesión por el aprovechamiento de la luz se traslada también al salón, totalmente volcado al patio ajardinado a través de unas puertas plegables de pared a pared.


Observando la decoración, me llama la atención el mobiliario y las tapicerías, todo escogido en colores neutros para potenciar ese efecto de amplitud obtenido con el uso del cristal, indudable material estrella de la decoración de la casa y que funciona, incluso como barandilla de escalera. “En el recibidor de una casa de reducidas dimensiones como esta, una barandilla de madera resultaría de lo más agobiante”.





Una vez en el piso de arriba, llegamos a la habitación del bebé, de colores neutros y con muebles a medida.




Y de allí nos vamos al dormitorio principal. “En esta habitación hemos mantenido la piedra original en la pared, realizando una estructura de obra para que funcione como cabezal. También se han colocado unos estantes a medida para aprovechar el hueco de uno de los laterales, al abrir los ventanales, descubrimos una soleada terracita que da al patio ajardinado... Una gozada.

   Parece mentira que estemos en medio de una gran ciudad.
          Que tengas un feliz dia
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 Fuente informativa y fotografías: Revista El Mueble